miércoles, 25 de diciembre de 2019

EL SOLSTICIO DE INVIERNO.


EL SIMBOLISMO CRISTIANO DEL SOLSTICIO DE INVIERNO.

El solsticio de invierno, celebrado por los romanos el 25 de diciembre, siempre fue una fecha considerada por las culturas agrícolas de la Antigüedad. Después del otoño, en que las horas de la oscuridad supera a las de la luz a lo largo de la jornada, y tras el solsticio de invierno, el día comienza a alargarse de nuevo y robarle espacio a la noche, un hecho clave de cara a la “resurrección” de la naturaleza a la primavera. Para la propia iglesia fue sencillo dar sentido a esta festividad. El nacimiento de Cristo, celebrado el mismo día solsticial, representa el triunfo de la luz y el bien frente a las tinieblas, la victoria de la vida sobre el pecado y la muerte y el renacer de una nueva humanidad iniciada con el nacimiento de Cristo.




UNA CONFUSIÓN MUY COMÚN.

Se oye con frecuencia que el cristianismo se limitó a sustituir las fiestas paganas por las cristianas, y a los dioses propios del mundo clásico o bárbaro por su propia divinidad. Se cree, por tanto, que únicamente hubo un cambio de nombres y de jerarquías religiosas. Ciertamente la iglesia promovió la superposición de sus festividades sobre las anteriores, pero con una clara intención de aprovechar el carácter sagrado de aquellas fechas y cristianizar las mismas, de modo que el dios y la teología pagana fuesen anulándose a favor del cristianismo. Por tanto, pese a que compartieran fecha de natalicio, o incluso algunos atributos en ocasiones, el Jesús cristiano no era Mitra, o el Aion, o el Sol Invicto, denominados con otro nombre, como se dice en ocasiones, pues la propia Iglesia deseaba evitar tal identificación.


Estas divinidades fueron desapareciendo paulatinamente frente al empuje legislativo, y misionero, de un cristianismo apoyado por el estado desde el siglo IV, que termino por borrar incluso su recuerdo. No obstante, si bien es verdad que los devotos de cualquier credo no confundían unas divinidades con otras, no es menos cierto que el auge de una de ellas, la solida tradición de otras y la propia naturaleza humana hicieron que los cristianos de aquellos siglos rindiesen culto tanto a Cristo como al Sol Invicto, entre otros dioses. Los textos del papa del siglo V León I el Magno así lo prueban.


(1) Sol Invicto: Fue un culto religioso hacia una divinidad solar iniciado en el imperio romano tardío. El festival del nacimiento del Sol inconquistado (dies Natalis Solis Invicti) indicaba que nacía un nuevo sol que vencía a la oscuridad y que a partir del final del solsticio en invierno los dias iban hacerse más largos. Este festival corría desde el 22 al 25 de diciembre

Biografía: Breve historia de la Navidad. F. J. Gomez Fernadez.
Forografias, extraidas de imagenes de Google.


Jose Antonio Pajuelo Jiménez.

                             
                                 "CREANDO CULTURA"


     



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