jueves, 19 de marzo de 2020

EL DANZANTE Y EL ARA VOTIVA DE TEJEDA DEL TIETAR.



En la iglesia de San Miguel de la localidad de Tejeda del Tietar, se enuentra una inscripción votiva sobre un bloque rectangular de granito color ocre, rota en la parte inferior. En la zona central se ha tallado en relieve una figura humana muy esquemática en posición danzante, conocida por los lugareños como “la Muerte Pelona” una presentación antropomorfa, que se interpreta como un danzante. Cubre su cabeza con un tocado una especie de sombrero de picos, parecen adivinarse los brazos que sujeta con sus manos la falda o enagua que le llega hasta sus rodillas, en sus piernas ligeramente curvadas se distinguen claramente sus pies descalzos, como si bailase de puntillas.



LA EPIGRAFÍA.

 El texto se ha grabado en tres tramos: las tres primeras líneas van en la cabecera, que tiene forma rectangular y pueden leerse sin dificultad a pesar del desgaste sufrido; las dos líneas siguientes cubren la parte central del cuerpo de la figura y están prácticamente borradas; y una última línea prácticamente imperceptible aparece a los pies de la citada figura. Las letras, con ductus irregular, son capitales rústicas y la interpunción en punto.
Se desconoce su procedencia. Está empotrada en el muro sur de la iglesia de San Miguel, a la izquierda de la portada principal.
Dimensiones: (83) x 38 x (---); letras: 1: 6 (la O: 4); 2: 7: 3: 6-7.

Votum                   
fecit∙ libe(n)-
s Flâus∙ Due(llis)        
OVI [-c.2]
5 +++
AT++RA



Se ha interpretado esta inscripción como una dedicatoria a las Duillae, divinidades documentadas también en dos inscripciones, pero la lectura no es segura. En la tercera línea la S inicial debe de pertenecer a la terminación a libe(n)s y la letra siguiente no es E sino F, como se puede apreciar nítidamente en la foto.
Así pues, no puede darse por válida la lectura Selais que hace Domínguez. Además, parece más que probable un enlace AV, con lo cual habría que leer Flaus.
En cuanto a las tres últimas letras de esta misma línea deben corresponder al antropónimo de la filiación, que está abreviado o incompleto. La letra final puede ser I, pero no hay que descartar una E, exactamente igual que la de libes.

El texto corresponde al voto hecho por Flaus a un divinidad (quizás Iuppiter) que seguramente se encargó de cumplir un segundo individuo, cuyo nombre aparecería en la parte inferior pero que no hemos podido restituir, por lo que es muy probable que el texto esté incompleto y falte al menos una línea con la expresión del cumplimientode dicho voto.

Flaus es un cognomen romano de frecuente aparición en ambientes indígenas lusitano, galaico y cántabro-astur, por lo que es muy posible la existencia de un antropónimo local que pudiera confundirse con el romano. En la epigrafía cacereña tenemos otro caso procedente de la localidad de Valencia de Alcántara174. El cuanto al antropónimo de la filiación se podría pensar en un nombre como Dueni, que vemos en femenino en una inscripción de la cercana localidad cacereña de Villar del Pedroso175, o Duelonis, si tenemos en cuenta que el antropónimo se completaría en la siguiente línea y que está documentado en otra inscripción procedente de Augustobriga176.

El voto parece estar dedicado, como indicábamos en líneas anteriores, a Iuppiter pues en la línea 4 puede leerse OVI. Esta línea y las siguientes están muy borradas, pero muy bien pudiera corresponder al epíteto o epítetos de esta divinidad. En el comienzo de la línea 5 las dos primeras letras están formadas por trazos inclinados, quizás MA de Maximo. Sin embargo la hipótesis de una dedicatoria a Iuppiter Optimus Maximus no deja de ser una mera conjetura.

Para otros autores, Selais, Duillas, eran diosas preromanas, protectoras de la vegetación y el baile, sería una forma de venerar a esas diosas de la Naturaleza. A Selais se la ha asociado con una divinidad conocida como Selu que parece compartir raíz con el Sela o Sala indoeuropeo que significa rio, e cuanto a Duillas se piensa que procede de la raíz también indouropea dhal o del que significa brotar o florecer. Por lo que bien pudieron ser divinidades consagradas al rio Tietar.

Esta lapida ha sido objeto de apedreamiento por parte de los vecinos, algunos ven en esta costumbre un curioso ritual, como potenciador de la fertilidad , o bien el que el danzante sustituye a la persona que sería lapidada, o bien dar castigo a las personas paganas o desconocidas.

EL DANZANTE.

Como ya hemos mencionado, todo él se presenta cubierto, si bien desde un punto más arriba de la cintura se viste con una especie de falda rectangular, amplia que le llega hasta las rodillas. Sus piernas separadas entre si y arqueadas. En genera el conjunto ha sido toscamente labrado, y a la imperfección natural hay que añadir el deterioro que a la figura ha causado el apedreamiento ritual durante siglos.


Sin duda estamos ante la imagen de un danzante, interpretado una danza sagrada. Una observación nos permite saber el tipo de danza que llevaría a cabo nuestro personaje, como es las dos pequeñas franjas horizontales en la parte superior de la faldilla que podrían reflejar o simbolizar unos palos de madera. Podría tratarse de la danza del paloteo, que precisaría de otros compañeros que le complementaran la actuación.
Así pues, cabría pensar, que si tenemos unas deidades y unos danzantes por lógica estaríamos ante un culto a Sellaes y Dvillas, protectoras de la vegetación y de la fertilidad. Estas danzas debieron ser ejecutadas durante la primavera, momento del año en que se manifiesta con mayor intensidad la eclosión de la vida.
También podemos pensar, en una danza armada, ya que el personaje porta un palo en cada mano, muchas veces los golpes y los ruidos sirvieron para ahuyentar a los agentes desencadenante del mal o repeler a los malos espíritus.

El APEDREAMIENTO.

Según Domínguez Moreno J.M. este curioso comportamiento por parte de los tejedanos responde a una continuidad o pervivencia etnográfica, lo que equivale a decir el ara votiva ya era apedreada en su primera ubicación.
La lapidación al igual que la danza, constituye un mecanismo potenciador de la fertilidad, ya que en el folclore europeo se habla de una realidad de sacrificios humanos en determinadas fiestas y ceremonias agrarias para favorecer las cosechas regando con la sangre del sacrificado los campos y tierras.
La figura que se apedrea en Tejeda del Tietar, no es otra cosa que otra víctima inmolada. La ejecución ritual no faltaría en los festejos de las diosas mencionadas y que la victima no sería otra que uno de los que previamente había danzado en honor de ellas. Tal vez la muerte había de caer sobre el sacerdote encargado del aprendizaje de la danza. Cabría recordar que las vestiduras femeninas que luce, son usadas por sacerdotes de otros dioses relacionados con la vegetación.



Biografía.
Corpus de Inscripciones Latinas Augustobriga V. Julio Esteban Ortega
Extremadura Misteriosa. La Muerte Pelona.
El ara votiva de Tejeda del Tietar. José M. Domínguez Moreno


Fotografías. Archivo fotográfico de Japajim.    
                            


José Antonio Pajuelo Jiménez.

                                    “CREANDO CULTURA”



jueves, 5 de marzo de 2020

EL SARCOFAGO ROMANO.



En mi último viaje realizado a Córdoba, al visitar los diferentes monumentos de la ciudad, me encontré ante un sarcófago romano que me llamó mucho la atención, principalmente por su belleza, lleno de detalles que  denota la gran meticulosidad del autor y laboriosidad del mismo. Se encuentra en el Alcázar de los Reyes Cristianos, por si algunos de los lectores desea visitarlo.


SARCÓFAGO ROMANO
Siglo III después de J.C.
238 cm x128 x 110 cm

Enterramiento familiar realizado en un solo bloque de mármol ricamente labrado en tres de sus cuatro caras, hacia el año 225 de nuestra era. Hallado en 1958 en Córdoba en la Huerta de San Rafael el Brillante.
El motivo principal de su parte frontal es la puerta de Hades o del más allá que aparece entreabierta. Sus hojas están decoradas con cabezas de carneros y leones, que simbolizan la fuerza y la acometividad. Dos columnas con capiteles soportan el frontón cerrado que acoge pavos reales afrontados, imágenes de la inmortalidad. La filosofía de la idea del conjunto escultórico es la busca de la eternidad.


Franquean la puerta dos grupos, a su derecha, el propietario o cabeza de familia aparece de frente, vestido con toga, calza crepídes y lleva un pliego enrollado en la mano que nos delata que fue jurista. Le acompaña un filósofo, maestro o pedagogo representado de perfil indicándole el verdadero camino.
A la izquierda la esposa del letrado vestida con rica toga y curioso peinado de ondas, un cesto de labor a sus pies coronado por una paloma nos muestra si dedicación al hogar y pureza. En su mano porta un pliego enrollado, igual que la figura femenina de perfil que le acompaña.

En las esquinas, columnas estriadas con capiteles de acantos dan paso a los costados con idéntica composición en altorrelieve. En ambos aparecen pegasos, animal mitológico en forma de caballos alado nacido de la sangre de Medusa cuando esta fue decapitada por Perseo, y a sus pies la pantera en aptitud de correr, símbolos dionisiacos de la velocidad y la fuerza para transportar al mas allá a los propietarios de la lujosa mansión fúnebre.
Obra de superior calidad y gran belleza que denota que el autor fue un extraordinario escultor y retratista del arte pagano.

Biografía: El sarcófago romano de Córdoba. Antonio García y Bellido



Jose Antonio Pajuelo Jimenez.

                                         "CREANDO CULTURA"



CASA DE LOS DEANES.

CASA DE LOS DEANES, SEMINARIO MENOR, CASA SACERDOTAL.   En este solar, el canónigo de Plasencia don Martin Yaguas y arcediano de Zamora,...