martes, 16 de marzo de 2021

PETROGLIFOS DE LA "PEÑA RAYÁ", y DEL HUERTO DEL CURA.

 

Petroglifo de la “Peña Rayá”. CASARES DE LAS HURDES

 

Cuando estuve de médico destinado en Casares de las Hurdes, en 1979 el invierno se hacía largo, no me quedaba más remedio de aprovechar y centrarme en mis estudios, así como conocer y hacer amistades con las personas de la localidad, o con trabajadores que pasaban las semanas en ellas, que durante la misma realizaban la ampliación las carreras de las Hurdes Altas. Eran muchos los temas de lo que se hablaban, era una conversación amena, curiosa y donde se aprendía de las costumbres, forma de vida de los hurdanos, nunca podré olvidar a mi amigo Estanislao Martin a su mujer Angelita, regentes del bar- restaurante Montesol, que en el día de hoy regentan sus hijos.

Entre unas de las conversaciones mi buen amigo “Tani”, comenzó a hablar de la Piedra Rayá, no entendía de lo que estaba hablando, pero rápidamente me di cuenta de que estaba describiendo algo fuera de los normal, despertó en mi la curiosidad a la vez mi afición por los temas arqueológicos que habían quedado olvidados desde que comencé la carrera.

Mi pasión por la arqueología me viene desde muy joven, comencé adquirir mis humildes conocimientos a través de don Gregorio Gallego Cepeda director de la biblioteca municipal, posteriormente en mis andanzas con José Luis Blanco un ilustrado en el día de hoy en estos temas, y unos años más tarde con Martin Almagro Gorbea, Arqueólogo y director del Museo Nacional de Arqueología, al que conocí a mis diecisiete años en esta ciudad donde realizaba las milicias universitarias  con el grado de alférez. Al comenzar mis estudios universitarios, todo quedó arrinconado, para que un día, se despertara de nuevo mi ilusión por este apartado de la historia.



Así comenzó esta historia, realizando un paseo, por una vereda que salía de la carretera entre el Carabusino y el Robledo, ambas arquerías de Casares de las Hurdes, hoy día una pista que lleva a los Carrascales, bien señalizada y acondicionada para la visita. Entonces no disponía de los medios actuales de cámara fotográfica, todo se basaba en papel y lápiz, un metro y cepillo para retirar el liquen asentado en la piedra, esto me llevo varias tardes hasta que pude ver los grabados incisos profundos realizados con toda seguridad con instrumentos metálicos, para visualizarlos había que aprovechar la mejor incidencia de la luz solar.

Mis ojos no daban crédito ante lo que tenía delante de mí, algo  incomprensible, un enramado de rayas sin orden alguno, motivos geométricos, triangulares y cuadrangulares, así como estrellas de cinco puntas, un panel de motivos y representaciones geométricas frecuentes en la iconografía de la Edad del Hierro.



No me limité al estudio del petroglifo en sí, sino al estudio de los alrededores de este con el fin de localizar algún material arqueológico que me sirviera para estudiar la datación, pero todo fue inútil. Lo que me llevo a indagar por toda la zona de las Hurdes Altas.

PETROGLIFO DEL HUERTO DEL CURA. ACEITUNILLA.

 A un Km. de Nuñomoral, en dirección a la arquería de Aceitunilla (comarcal 156.1), se encuentra una vereda que nos lleva al arroyo de Aceitunilla, vereda abajo a unos 150 metros nos encontramos unos grabados que en su conjunto son todos ellos muy comunes en el arte rupestre de las Hurdes, como los motivos escalariformes, los círculos radiados y concéntricos, estrellas de cinco puntas, correspondientes en su mayoría al arte de las fases avanzadas de la edad del Hierro.

Se trata de una roca a un nivel inferior de la actual carretera, perfectamente señalizada, y nos encontramos ante un petroglifo de lo menos estudiados de la comarca. Nos encontramos ante unos grabados que representan dos circunferencias concéntricas de unos 14 cm y en cuyo interior un triángulo cuyo vértice apunta hacia el este.

En el centro del petroglifo hay tres circunferencias parcialmente unidas conde se engarza una cuarta de unos 20 cm, continúan unos símbolos hacia el oriente una X y dos circunferencias posiblemente rellenas, mientras que al occidente hay una estrella de cinco puntas contenida en una circunferencia.



El que se encuentra más al Occidente, representa un total de tres estrellas de cinco estrellas o pentalfas dos de las cuales contenidas en circunferencias y un escalariforme.

 A unos 30 cm hacia el sur, nos encontramos con otros dos escalariforme independientes separados unos 35 cm. de tamaño notable de unos 15 cm y los dos representan cinco líneas transversales que se unen.

La interpretación es difícil de expresar, las estrellas de cinco puntas o pentalfas representan según mi criterio al hombre y a la mujer unidos, las encontramos en muchos de los petroglifos que vamos a dar a conocer, la iconografía triangulares  es representativa de  hombre o de la mujer. Los circulos representan a la muerte y al universo, todos los dólmenes y túmulos en su mayoría son redondos, representan lo infinito al más allá. Los escalariformes sería la interpretación de medios de defensa, poblado que también los vemos en la mayoría de los grabados,  motivos que se repiten en los diferentes petrogligos, pero cada uno tiene su propia personalidad y autonomía.

 

José Antonio Pajuelo Jiménez.

                                                                  "CREANDO CULTURA".

 

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