viernes, 15 de mayo de 2020

ESTELAS ROMANAS CON RETRATOS,





ESTELAS ROMANAS CON RETRATOS.

En mis paseos de búsqueda y localización de estelas romanas, hoy dedico este articulo para hablar de unas estelas “edícula con retrato”, es decir en estas se acogen la imagen de uno o dos difuntos dentro de la cara frontal de la estela, que suelen estar enmarcados por elementos arquitectónicos como arcos, columnas, Este tipo de estelas, presentan la curiosidad de presentar la inscripción dedicada al difunto debajo del templete. Surgieron a finales del siglo I y perduraron hasta el siglo III.
Los romanos querían tener en su tumba una imagen para que quedara su memoria en el futuro, algunas eran de gran calidad, como las vemos en las diferentes fotografías de las dos estelas que se encuentran en el pensil del palacio del Marqués de Mirabel, estelas con retratos en relieve cuya imagen representa al difunto, dentro de un templete.
        Tenía un estilo realista, para que pudiese ser identificado el difunto y así poder ser reconocido.


Esta aedícula está sobre un soporte de granito consistente en una columna con una especie de ménsula por capitel y sobre ella se lee esta inscripción grabada, en letras capitales, que da cuenta de la historia del monumento sepulcral:
ROMANA SOY, QUE SIENDO ITALIANA VI/NE A MORIR EN LORENA I PASADOS / MUCHOS AÑOS / FUI TRAÍDA A PLAZ ( ENCI ) A POR / QUE MIS / HADOS NO / PERMITEN NI / AUN SI /ENDO DE PIEDR ME DEJ / EN REPO / SAR.

Ara del Pensil del Marques de Mirabel, con caracteres griegos y latinos. Luis de Toro nos dice que su procedencia es de Mérida
Epitafio Sepulcral.
GR // Nomine Iulianus menses exc[e]/dere septem haut licitum mul/tum flevit uterque parens.
De nombre Iulianus, no me ha sido dado pasar de los siete meses. Mucho lloran uno y otro de mis padres.
 Campo grafico 27 x 43 cm.
Aedicula con retrato de difunto. Presenta en el frente un zócalo, sobre el cual se eleva un templete con dos pilastras estriadas, entablamiento y frontón. En el intercolumnio hay una hornacina en que se relieve se ve un niño. Piedra de mármol, 85 x 43 x ….-

 
Estela de Serradilla
En el ámbito rural, en los pueblos de alrededores nos encontramos con estelas funerarias en la que se tallaron el busto de las personas fallecidas y que hoy apenas son perceptibles, pudiéndose tratarse bien de la representación del difunto o de un familiar de este, o bien de una divinidad funeraria, esta última difícil de estudiar a no tener un atributo que la identifique.



 
En Serradilla en la casa de un vecino por encima del dintel de la puerta de su casa, en el Rincón de san Pedro, se aprecia incrustada en la fachada una estela o mejor dicho la parte superior de la estela una piedra de granito de tamaño de 50 x 56 cm con dos bustos humanos en bajorrelieve, uno de hembra a la izquierda y otro de varón a la derecha del observador, de grabado tosco y mal conservados.
En un radio aproximadamente de 20 km. En torno a Serradilla, nos encontramos otros dos bajorrelieves, el primero es una hornacina con busto humano en un monumento funerario en contrado en la finca de San Rafael, en Torrejón el Rubio, en el corral de esta finca donde parece haber una necrópolis romana.
Estela de Torrejon el Rubio
 

Se encontró una estela funeraria de 195 x 39 x 28 cm, de tamaño de letra 7cm letras capitales cuadradas, de trazo profundo. En la que podemos leer el epitafio sepulcral:

Epitafio Sepulcral:  

Calaetus // Coropoti / f(ilius) .h(ic).s(itus).e(st)
Es una estela rectangular de granito muy fino rojizo, donde se representa en bajorrelieve un busto humano, en el interior de una hornacina semicircular, de 39 x 25, en la parte superior del frente.




El segundo es un fragmento de la parte superior de una estela funeraria, con dos figuras humanas, aparecida en Belvís de Monroy (Casas de Belvís).

Estela rectangular de granito con las esquinas superiores rematada con sendos arranques de arcos. En la cabecera lleva esculpidos en bajorrelieve dos bustos muy toscos, un niño y una mujer, el de esta con un creciente lunar en la parte inferior. Debajo de las dos figuras aparece el texto distribuido en cinco líneas que se encuentra algo deteriorado por efecto de la erosión. Las letras, con ductus irregular, son capitales cuadradas con rasgos rústicos y la interpunción en punto.
Se descubrió en la necrópolis romana que se encuentra en la orilla derecha del río Tajo, enfrente de Talavera la Vieja. Actualmente está empotrada en la pared de una casa frente a la iglesia de Casas de Belvis.
                                                                                                                                           Dimensiones: 74 x 36 x 23; letras: 5. 
Estela de Casas de Belvis.

Epitafio sepulcral:

Lupus
Vegeti
ân(norum) XII h(ic) s(itus)∙ e(st) t(ibi) t(erra) l(evis)
Tongeta Tân-
5 cini∙ f(ilia)∙ fil(io)∙ f(aciendum)∙ c(uravit)
Línea 5: cini fil(ia), (CIL).
Epitafio de Lupus homenajeado por su madre, que hizo grabar su busto junto al del hijo querido, seguramente con el deseo de yacer a su lado cuando le llegara la muerte.




No son muy abundantes las inscripciones funerarias cacereñas con la representación del difunto.
Las estelas debieron de corresponder a individuos pertenecientes a un nuevo estatus social, emulando esta moda que ya estaba extendida por todo el Imperio Romano. En ellas aparece la imagen del fallecido, o de ambos. Las tres fueron labradas toscamente de forma muy primaria y rudimentaria y que a pesar del deterioro que han sufrido con los años, se aprecian los diferentes rasgos de los retratos.


José Antonio Pajuelo Jiménez

                                          “CREANDO CULTURA”.











viernes, 1 de mayo de 2020

HISPANOTHERIUM MATRITENSE.


Hace trece años, acompañado con mi amigo José Gutiérrez comenzamos a recorrer los terrenos del polígono industrial de Plasencia, cuyo fin era reconocer el terreno comprendido dentro del el límite de la carreta de Malpartida de Plasencia, la carretera de Trujillo y la nacional 630, conocido popularmente como la Dehesa de los Caballos, por tratarse de un terreno rico en yacimientos paleontológicos en su subsuelo. Después de hacer un numero indeterminado de fotografías del terreno, al que se puede considerar como el mejor yacimiento del periodo Terciario de Extremadura, nos pusimos a recopilar los numerosos datos, con el fin de dar a conocer este tema a los seguidores de nuestro bloc.
 Para comenzar, este yacimiento correspondería a la edad denominada Aragoniense medio, una parte del Mioceno que comenzó hace 23 millones de años y terminó hace 5 millones de años.

La localización de los fósiles encontrados por Hernández Pacheco y Crusafont en 1960, permitió datarlos en este periodo, entonces el clima era más cálido y seco que en la actualidad y los bosques anteriores habían estado dominados por acacias y mimosas, que se redujeron en este periodo del Mioceno Medio a pequeños núcleos de gramíneas cerca de los cursos de los ríos. Estos fósiles una vez catalogados y estudiados correspondían a un Hispanotherium matritense (animal perteneciente a la familia de Rhinocerotinae), que estaba altamente adaptado a este tipo de biotopos secos y abiertos. Dicha asignación a estepas y a medios áridos se basa tanto en la dentadura, como en que la fisionomía de su cuerpo como en que la especie no se ha encontrado en otros valles de la costa mediterránea donde si ha aparecidos algunos de sus coetáneos adaptados a condiciones de humedad más extrema.

En sí, el Hispanotherium matritense, un rinoceronte pastador de tamaño medio, con patas largas y delgadas, que se desplazaba en manadas por campos abiertos. De dentadura lodofonta (tipo de molar en que la superficie libre de la corona tiene los relieves unidos formando crestas transversales) y con una hipsodoncia moderada (es la característica de los molares de estos mamíferos herbívoros de presentar coronas elevadas). El acusado plegamiento del esmalte y el desarrollo del cemento en sus molares reflejan una adaptación a un régimen xerófilo (plantas secas y duras), dieta principalmente pastadoras.
La gracilidad y delgadez de sus extremidades se interpretan, sin embargo, con hábitos corredores por lo que encaja más en habitas abiertos donde abundan hierbas bajas, que con los medios selváticos o cerrados.

Los citados investigadores, describieron en su primera caracterización paleontológica, un hueso piramidal completo y una extremidad distal del radio. En cuanto a dentición, se hallaron los dos molares superiores simétricos y fragmentos de otros molares superiores muy degastados, todos del mismo individuo (Hernández Pacheco y Crusafont).
Parte de este material se encuentra en Sabadell y pertenece a la colección del Instituto Catalán de Paleontología de Miquel Crusafont. Los restos están catalogados y en la revisión del material se ha comprobado que la colección esta formada por un total de ocho fósiles de los cuales seis son piezas dentarias y además de dos piezas óseas (un piramidal izquierdo y un fragmento de diáfisis de radio). En la colección hay varios fragmentos de esmalte y dentina de diferentes tamaños, en total diez fragmentos.

En la revista de la real Sociedad Española de Historia Natural, aparece otro trabajo, de Hernández Pacheco, titulado “El Terciario Continental de Extremadura”, donde se menciona fósiles: como huesos largos de diáfisis y apófisis y huesos cortos del tarso y del carpo, bien conservados, así como fragmentos de costillas y de huesos de las patas, pudieron también recogerse algunos molares inferiores y superiores. Pero estos no se encuentran en Sabadell, habiéndose perdido su localización.

Todos los afloramientos estudiados, los sedimentos están constituidos de arcillas más o menos rojizas, arenas, arenas arcillosas. Los fósiles encontrados, fueron localizados mediante prospecciones visuales en la Dehesa de los Caballos, el emplazamiento del yacimiento, sigue sin ser preciso, todavía sigue sin realizarse mayores prospecciones, deberían plantearse nuevas estrategias de protección del Patrimonio Paleontologico.

Jose Antonio Pajuelo Jimenez
                           
                                                           "CREANDO CULTURA."


Biografia: Hispanotherium Matritense de yacimiento mioceno de Plasencia,"Dehesa de los Caballos". Carmen Olivares. Eduardo Rebollada.

viernes, 17 de abril de 2020

LA ESTELA DE JARANDILLA


Cerca de la Plaza Mayor en Jarandilla (Cáceres), en la calle Espeñas, junto a la calle Marina, apareció al derrumbar una casa una piedra con la representación  de una figura humana esquematizada con los brazos, piernas y cabeza perfectamente señalados y una espada o cruz en la derecha y otra en su parte izquierda , en la parte superior por encima de la figura, dos círculos unidos por una línea que   podía representar un arma arrojadiza.
La piedra de granito tiene la siguiente dimensión, 60 cm. de largo, por 26 de ancho y 24 de grosor.
Presenta un grabado de persona de cinco centímetros por seis de cabeza, diez centímetros de anchura de hombros, diez centímetros de longitud de brazos, ocho de longitud de piernas, cuyos pies están orientados hacia los lados. Hoy día esta depositada en el Bar de Pedro Cañadas, y presenta en su parte posterior una oquedad, hoyo, cazoleta o perforación de ocho centímetros de profundidad por seis centímetros de diámetro.



Pienso que estamos ante una estela que representa a un cazador que destacaría en la sociedad de su época, posiblemente de la edad del bronce, con sus artilugios de caza, los puñales o espadas y las boleadoras, estas últimas de uso generalizado en la caza con lo que se   logra un tiro preciso para atrapar las piernas de los cuadrúpedos, para los cuales utilizaban un sistema de cerco en el que participaban todos los cazadores, los cuales iban cerrando cada vez más a los animales, a los que arrogaban a sus piernas las boleadoras, con lo que el animal caía al suelo y era rematado.


Esta arma de caza, o de guerra consistía en dos bolas de piedra u otro material duro, podía ser hierro o plomo de forma ovoide, unidas por una tira de cuerda o cuero. Al principio las envolvían en un trozo de piel de animal a la que ataban la cuerda, o bien la piedra la hacían un surco diametral donde anudaban la cuerda o cinta de cuero la que continuaba hasta enlazar la otra bola. Una vez lista la unión se hacía voltear el aparato por los aires, como vemos por encima de la figura humana, donde toma suficiente velocidad para inmovilizar al animal por las piernas, y le remataban con lanzas, y flechas.


José Antonio Pajuelo Jiménez.   


                                          "CREANDO CULTURA"

   

sábado, 4 de abril de 2020

LA ICONOGRAFÍA CRISTIANA

LA ICONOGRAFÍA CRISTIANA.

El historiador romano Tácito se refería al cristianismo como una “superstición mortal” y Plinio el Joven la denominase “una superstición llevada a extravagantes extremos”. La impresión del que el cristianismo era un culto extranjero profundamente en desacuerdo con los intereses romanos crecía y desembocó en el siglo III d.C. en un fuerte aumento de la discriminación de los cristianos.
Del mismo modo que Domiciano había rechazado cualquier culto que se negara al reconocer al emperador como dominus et deus (Señor y Dios), y también el emperador Decio ordenó en el 250 d.C. y bajo pena de muerte que todos los ciudadanos obtuvieran el libellus, un certificado de haber realizado un sacrificio a los dioses romanos. Decenas de cristianos lo presentaron. Los que se negaron a cumplir, incluido el papa Fabián, el vigésimo papa desde Pedro, fueron ejecutados.


En respuesta a esta opresión, los cristianos desarrollaron emblemas y símbolos secretos para identificarse como miembros del rebaño. Uno de esos emblemas era el símbolo ichthys – palabra griega para “pez”- representada como una palabra o la forma esterilizada de un pez. Aunque inocuo a simple vista, el símbolo tenía un doble significado. El pez significaba la tarea apostolica de servir como “pescadores de hombres”, y la palabra ICHTHYS servía como acrónimo griego de la frase Iesous (Jesús) Christos (Cristos), Theou (Dios),Yios (Hijo), Soter (Salvador).
Otro logotipo aparentemente inocente fueron los caracteres griegos gemelos A (Alfa), y omega, basados en la afirmación “Yo soy Alfa y Omega”, el primero y el último, el principio y el fin”. (Apocalipsis 22,13).
Muestra el símbolo ji ro- las primeras dos iniciales de Cristo, así como el alfa y omega

La cruz, hoy día signo universal del cristianismo, fue un desarrollo posterior, tal vez porque en Roma la cruz todavía servía como instrumento de castigo, reservado para los peores delincuentes. Tertuliano que escribió a principios del siglo III, se refería a la comunidad cristiana como crucis religiosi, o “devotos de la cruz”. El crucifijo, la representación de una figura unida a la cruz, no se consolidó hasta el siglo V. d.C.

Al mismo tiempo, los cristianos comenzaron a imaginar el aspecto que podía haber tenido Jesús. En el mundo judío, en que estaba prohibido la representación de personas y animales, esta cuestión era, por supuesto, prohibida; razón por lo cual no ha sobrevivido ninguna imagen contemporánea de Jesús, que vivió y predicó en un ambiente devoto donde se respetaban escrupulosamente los preceptos del Torá.
Pero los cristianos gentiles no albergaban semejante rechazo. Habían sido criados en una cultura donde los dioses griegos y romanos eran glorificados de forma humana, en pinturas y esculturas, precisamente porque la perfección de su belleza física los identificaba como divinos. Como europeos, los gentiles no compartían los efímeros misterios de Oriente. Mientras que los judíos palestinos se contentaban con contemplar lo divino en términos trascendentes e intangibles, los gentiles anhelaban una manifestación física de Dios a quien adorar.

Así, las primeras manifestaciones de Jesús y los apóstoles aparecen en frescos de las húmedas paredes de las catacumbas en la que los cristianos solían enterrarse. La mayoría de los cristianos no seguían la practica romana de la cremación, en parte por que creían que el cuerpo de los fieles resucitaría el día del Juicio Final. El problema era donde enterrar a los muertos, dado que en el cristianismo no se toleraba oficialmente y se prohibía cualquier forma de entierro humano dentro de los límites de la ciudad.


En respuesta, muchos cristianos recurrieron a las cámaras funerarias conocidas como catacumbas, que ya estaban en uso como lugar de entierro para los pobres. En las catacumbas de la Vía Latina, por ejemplo, descubierta en 1955, los arqueólogos descubrieron una serie de coloridos frescos que representan a Jesús pronunciando su Sermón de la Montaña a un grupo de seguidores vestidos con toga. 
Catacumbas de Domitila. Roma
Solo en Roma se han identificado más de 60 redes de catacumbas, algunas equipadas con múltiples galerías a una profundidad de 20 metros. Adornadas a menudo con escenas de las escrituras hebreas y de los evangelios.
La vivida pincelada de estas pinturas está totalmente en línea con el estilo del retrato romano del siglo I. d.C. A partir de estos humildes comienzos surgiría la iconografía formal de Cristo.

Biografía: Arqueología de la Biblia. Revista Historia. N.G. Parte 2.
Imagenes de internet.

José Antonio Pajuelo Jiménez. 
              
                                         “CREANDO CULTURAL”

jueves, 19 de marzo de 2020

EL DANZANTE Y EL ARA VOTIVA DE TEJEDA DEL TIETAR.



En la iglesia de San Miguel de la localidad de Tejeda del Tietar, se enuentra una inscripción votiva sobre un bloque rectangular de granito color ocre, rota en la parte inferior. En la zona central se ha tallado en relieve una figura humana muy esquemática en posición danzante, conocida por los lugareños como “la Muerte Pelona” una presentación antropomorfa, que se interpreta como un danzante. Cubre su cabeza con un tocado una especie de sombrero de picos, parecen adivinarse los brazos que sujeta con sus manos la falda o enagua que le llega hasta sus rodillas, en sus piernas ligeramente curvadas se distinguen claramente sus pies descalzos, como si bailase de puntillas.



LA EPIGRAFÍA.

 El texto se ha grabado en tres tramos: las tres primeras líneas van en la cabecera, que tiene forma rectangular y pueden leerse sin dificultad a pesar del desgaste sufrido; las dos líneas siguientes cubren la parte central del cuerpo de la figura y están prácticamente borradas; y una última línea prácticamente imperceptible aparece a los pies de la citada figura. Las letras, con ductus irregular, son capitales rústicas y la interpunción en punto.
Se desconoce su procedencia. Está empotrada en el muro sur de la iglesia de San Miguel, a la izquierda de la portada principal.
Dimensiones: (83) x 38 x (---); letras: 1: 6 (la O: 4); 2: 7: 3: 6-7.

Votum                   
fecit∙ libe(n)-
s Flâus∙ Due(llis)        
OVI [-c.2]
5 +++
AT++RA



Se ha interpretado esta inscripción como una dedicatoria a las Duillae, divinidades documentadas también en dos inscripciones, pero la lectura no es segura. En la tercera línea la S inicial debe de pertenecer a la terminación a libe(n)s y la letra siguiente no es E sino F, como se puede apreciar nítidamente en la foto.
Así pues, no puede darse por válida la lectura Selais que hace Domínguez. Además, parece más que probable un enlace AV, con lo cual habría que leer Flaus.
En cuanto a las tres últimas letras de esta misma línea deben corresponder al antropónimo de la filiación, que está abreviado o incompleto. La letra final puede ser I, pero no hay que descartar una E, exactamente igual que la de libes.

El texto corresponde al voto hecho por Flaus a un divinidad (quizás Iuppiter) que seguramente se encargó de cumplir un segundo individuo, cuyo nombre aparecería en la parte inferior pero que no hemos podido restituir, por lo que es muy probable que el texto esté incompleto y falte al menos una línea con la expresión del cumplimientode dicho voto.

Flaus es un cognomen romano de frecuente aparición en ambientes indígenas lusitano, galaico y cántabro-astur, por lo que es muy posible la existencia de un antropónimo local que pudiera confundirse con el romano. En la epigrafía cacereña tenemos otro caso procedente de la localidad de Valencia de Alcántara174. El cuanto al antropónimo de la filiación se podría pensar en un nombre como Dueni, que vemos en femenino en una inscripción de la cercana localidad cacereña de Villar del Pedroso175, o Duelonis, si tenemos en cuenta que el antropónimo se completaría en la siguiente línea y que está documentado en otra inscripción procedente de Augustobriga176.

El voto parece estar dedicado, como indicábamos en líneas anteriores, a Iuppiter pues en la línea 4 puede leerse OVI. Esta línea y las siguientes están muy borradas, pero muy bien pudiera corresponder al epíteto o epítetos de esta divinidad. En el comienzo de la línea 5 las dos primeras letras están formadas por trazos inclinados, quizás MA de Maximo. Sin embargo la hipótesis de una dedicatoria a Iuppiter Optimus Maximus no deja de ser una mera conjetura.

Para otros autores, Selais, Duillas, eran diosas preromanas, protectoras de la vegetación y el baile, sería una forma de venerar a esas diosas de la Naturaleza. A Selais se la ha asociado con una divinidad conocida como Selu que parece compartir raíz con el Sela o Sala indoeuropeo que significa rio, e cuanto a Duillas se piensa que procede de la raíz también indouropea dhal o del que significa brotar o florecer. Por lo que bien pudieron ser divinidades consagradas al rio Tietar.

Esta lapida ha sido objeto de apedreamiento por parte de los vecinos, algunos ven en esta costumbre un curioso ritual, como potenciador de la fertilidad , o bien el que el danzante sustituye a la persona que sería lapidada, o bien dar castigo a las personas paganas o desconocidas.

EL DANZANTE.

Como ya hemos mencionado, todo él se presenta cubierto, si bien desde un punto más arriba de la cintura se viste con una especie de falda rectangular, amplia que le llega hasta las rodillas. Sus piernas separadas entre si y arqueadas. En genera el conjunto ha sido toscamente labrado, y a la imperfección natural hay que añadir el deterioro que a la figura ha causado el apedreamiento ritual durante siglos.


Sin duda estamos ante la imagen de un danzante, interpretado una danza sagrada. Una observación nos permite saber el tipo de danza que llevaría a cabo nuestro personaje, como es las dos pequeñas franjas horizontales en la parte superior de la faldilla que podrían reflejar o simbolizar unos palos de madera. Podría tratarse de la danza del paloteo, que precisaría de otros compañeros que le complementaran la actuación.
Así pues, cabría pensar, que si tenemos unas deidades y unos danzantes por lógica estaríamos ante un culto a Sellaes y Dvillas, protectoras de la vegetación y de la fertilidad. Estas danzas debieron ser ejecutadas durante la primavera, momento del año en que se manifiesta con mayor intensidad la eclosión de la vida.
También podemos pensar, en una danza armada, ya que el personaje porta un palo en cada mano, muchas veces los golpes y los ruidos sirvieron para ahuyentar a los agentes desencadenante del mal o repeler a los malos espíritus.

El APEDREAMIENTO.

Según Domínguez Moreno J.M. este curioso comportamiento por parte de los tejedanos responde a una continuidad o pervivencia etnográfica, lo que equivale a decir el ara votiva ya era apedreada en su primera ubicación.
La lapidación al igual que la danza, constituye un mecanismo potenciador de la fertilidad, ya que en el folclore europeo se habla de una realidad de sacrificios humanos en determinadas fiestas y ceremonias agrarias para favorecer las cosechas regando con la sangre del sacrificado los campos y tierras.
La figura que se apedrea en Tejeda del Tietar, no es otra cosa que otra víctima inmolada. La ejecución ritual no faltaría en los festejos de las diosas mencionadas y que la victima no sería otra que uno de los que previamente había danzado en honor de ellas. Tal vez la muerte había de caer sobre el sacerdote encargado del aprendizaje de la danza. Cabría recordar que las vestiduras femeninas que luce, son usadas por sacerdotes de otros dioses relacionados con la vegetación.



Biografía.
Corpus de Inscripciones Latinas Augustobriga V. Julio Esteban Ortega
Extremadura Misteriosa. La Muerte Pelona.
El ara votiva de Tejeda del Tietar. José M. Domínguez Moreno


Fotografías. Archivo fotográfico de Japajim.    
                            


José Antonio Pajuelo Jiménez.

                                    “CREANDO CULTURA”



jueves, 5 de marzo de 2020

EL SARCOFAGO ROMANO.



En mi último viaje realizado a Córdoba, al visitar los diferentes monumentos de la ciudad, me encontré ante un sarcófago romano que me llamó mucho la atención, principalmente por su belleza, lleno de detalles que  denota la gran meticulosidad del autor y laboriosidad del mismo. Se encuentra en el Alcázar de los Reyes Cristianos, por si algunos de los lectores desea visitarlo.


SARCÓFAGO ROMANO
Siglo III después de J.C.
238 cm x128 x 110 cm

Enterramiento familiar realizado en un solo bloque de mármol ricamente labrado en tres de sus cuatro caras, hacia el año 225 de nuestra era. Hallado en 1958 en Córdoba en la Huerta de San Rafael el Brillante.
El motivo principal de su parte frontal es la puerta de Hades o del más allá que aparece entreabierta. Sus hojas están decoradas con cabezas de carneros y leones, que simbolizan la fuerza y la acometividad. Dos columnas con capiteles soportan el frontón cerrado que acoge pavos reales afrontados, imágenes de la inmortalidad. La filosofía de la idea del conjunto escultórico es la busca de la eternidad.


Franquean la puerta dos grupos, a su derecha, el propietario o cabeza de familia aparece de frente, vestido con toga, calza crepídes y lleva un pliego enrollado en la mano que nos delata que fue jurista. Le acompaña un filósofo, maestro o pedagogo representado de perfil indicándole el verdadero camino.
A la izquierda la esposa del letrado vestida con rica toga y curioso peinado de ondas, un cesto de labor a sus pies coronado por una paloma nos muestra si dedicación al hogar y pureza. En su mano porta un pliego enrollado, igual que la figura femenina de perfil que le acompaña.

En las esquinas, columnas estriadas con capiteles de acantos dan paso a los costados con idéntica composición en altorrelieve. En ambos aparecen pegasos, animal mitológico en forma de caballos alado nacido de la sangre de Medusa cuando esta fue decapitada por Perseo, y a sus pies la pantera en aptitud de correr, símbolos dionisiacos de la velocidad y la fuerza para transportar al mas allá a los propietarios de la lujosa mansión fúnebre.
Obra de superior calidad y gran belleza que denota que el autor fue un extraordinario escultor y retratista del arte pagano.

Biografía: El sarcófago romano de Córdoba. Antonio García y Bellido



Jose Antonio Pajuelo Jimenez.

                                         "CREANDO CULTURA"



lunes, 17 de febrero de 2020

DISCO ROMANO DE TEODOSIO.


Cronología: siglos IV-V d.C.

Dimensiones: 74 cm. de diámetro
Procedencia: Almendralejo (Badajoz)




El disco de Teodosio es, posiblemente, la obra cumbre de la metalística del Mundo Antiguo y más concreta mente de la Antigüedad Tardía. La técnica de fundición empleada es la conocida como a la arena. La pieza está fabricada en plata chapada en oro y con certeza fue elaborada en los talleres imperiales. El disco, como se ha señalado en el artículo de catálogo en esta misma obra, fue hallado, de forma fortuita, en una tierra de labor en las cercanías de la localidad extremeña de Almendralejo. Posiblemente, la pieza fuese ocultada allí de un modo intencionado, motivo por el cual, la pieza se dobló por la mitad.
El hecho de que el disco fuese doblado, propicio la conservación diferencial de sus superficies. De este modo, el anverso, decorado con figuras en bajorrelieve, quedo preservado en la cara interna del doblez. En él se representa un pórtico de cuatro columnas de fuste estriado, rematado por un frontón triangular En su interior, vuelan dos erotes alados, que portan flores sobre pafios y se dirigen hacia el centro. En este espacio, aparece representada la figura entronizada del emperador, colocado en rigurosa posición frontal, con los pies apoyados en un escabel. Viste túnica larga, bordada y cubierta por la clámide recogida por pinjantes sobre el hombro derecho. Un nimbo rodea su cabeza, a la vez ceñida por una corona decorada con gruesas perlas. Similar tocado adorna las cabe zas de los dos Augustos sentados a sus lados. El emperador, en actitud mayestática, alarga su brazo derecho con el que ofrece un rollo o pergamino que entrega a un personaje, dispuesto de perfil y ligeramente inclinado ante él.
Imagen extraída de Google. Real Academia de la Historia.

Los dos Augustos que acompañan a la figura central, se sientan en posturas parecidas a las del emperador, si bien su tamaño es ligeramente inferior. Ambos visten del mismo modo y presentan nimbos tras sus cabezas. El Augusto sentado en el lado izquierdo, en actitud de bendecir, sostiene en la siniestra un globus, mientras el Augusto de la derecha porta un globus en la mano izquierda y sujeta un cetro con la diestra. A ambos lados del grupo se hallan dos miembros de la guardia imperial, posiblemente germanos, en pie e igualmente en posición frontal, con ligero escorzo. Aparecen protegidos por grandes escudos ovalados y armadas con lanzas.
Esta escena está separada de la composición inferior por una escalinata que delimita el exergo. En el aparece representada Tellus, reclinada sobre un campo de espigas, con las rodillas dobladas, semidesnuda y la cabeza coronada de laurel. La dama sujeta el cabello que cae sobre el hombro derecho, al tiempo que sostiene, sobre su brazo diestro una cornucopia repleta de frutos y flores. Sobre su pierna salta un niño alado y desnudo, que ofrece una flor al emperador. En el lado izquierdo otros dos erotes, ofrecen a éste una copa y un cesto lleno de flores y frutas.
La escena superior aparece circundada por una inscripción que reza: DN THEODOSIVS PERPET AVG OB DIEM FELICISSIMVM XV, cifra esta última que da la fecha, según varios autores del 19 de enero del año 393. En el reverso del disco, completamente liso, apare ce grabado: MOC IN MET, con el peso de la pieza, que es de 15.344 gr.
El primer autor, que se ocupó del Disco, el anticuario de la Real Academia de la Historia Antonio Delgado, propuso que las figuras representaban a Teodosio I y a sus hijos Arcadio y Honorio, ya que Valentiniano II para la fecha de las quindecennalia de Teodosio I había muerto. El Disco, según este autor, procedería de un taller imperial, que trabajaba en Constantinopla. Otros autores como José Ramón Mélida, por el contrario, leen decennalia y proponen el 388 como año de ejecución de la pieza. El taller de fabricación se encontraría en Tesalónica, lugar en el que se encontraba la corte en aquellas fechas. B. Kiilerich cree que el Disco simbolizaría el poder oriental, que domina todo el mundo, y propone como fecha de fundición el año 387. Por su parte, R. Delbrück sostuvo en 1929 que los personajes representados son Teodosio I, Valentiniano II y Arcadio, tesis seguida des pues por varios investigadores, entre ellos A. Canto, quienes aceptan que el año de ejecución » de la pieza fuese el 393.
En 1996 J. Meischner, propuso bajar la fecha por razones estilísticas, hasta el 421, ya que el arte del Disco no encaja en el arte de tiempos de Teodosio I, sino con el de Teodosio II, cuando la corte imperial se encontraba en Ravenna. El estilo del Disco está muy próximo al de los dípticos de esos años, con lo cual, los personajes representados serian Teodosio II, Valentiniano III y Honorio y el personaje inclinado Constancio II. Esta última tesis es, sin duda, la que más nos convence.
Bibliografía: Almagro-Gorbea, Martín, Álvarez Martínez, José Mª, Blázquez, José Mª y Rovira, Salvador, et aliiEl Disco de Teodosio, Madrid, 2000.


Texto procedente del Catálogo de la exposición Tesoros de la Real Academia de la Historia. 2001. Ficha escrita por José María Blázquez


Jose Antonio Pajuelo Jiménez

                                   "CREANDO CULTURA"


EL COLEGIO DEL RIO.

  EL COLEGIO DEL RIO. El Renacimiento cultural placentino se apoya sobre cuatro pilares o instituciones docentes: La Cátedra de Gramática,...