LA CULTURA DE LOS VERRACOS
Los verracos, son esculturas
zoomorfas, realizadas en granito en su mayoría y es la figura más
representativa del pueblo vetón. Es la expresión de un pueblo hecha materia, o
la palabra de los vetones hecha granito.
El mal estado de conservación en
que se encuentran la mayoría, ha llevado a un confusionismo a la hora de
determinar su género y sexo; aunque sin excepción ninguna, representan animales
machos basado en el acentuado realismo con lo que fueron esculpidos los órganos
sexuales.
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VERRACO DEL VILLAR DEL PEDROSO |
Blanco Freijero, opina que no
existen cabezas exentas, sino que se trata de cabezas que han pertenecido a
esculturas de cuerpo entero, comprobándose en el trozo de piedra en el que se continúa
la cabeza por su parte posterior, con objeto de empotrarle en la pared.
VERRACO DE VALDELACASA DEL TAJO |
Hay cierta semejanzas entre
ejemplares alejados territorialmente, como ocurre con los verracos del Villar
del Pedroso y Paredes de Beira, lo que tal vez
se debe a la existencia de escultores ambulantes. Por otro lado existen
ciertos ejemplares con características escultóricas comunes por lo que se
piensa en la hipótesis de la existencia de posibles talleres.
Respecto a su tamaño y
dimensiones son extremadamente variadas oscilando entre los 30 cm de longitud a
superiores a 2,50 metros, por metro y medio de altura; aunque lo más frecuente
tengan por término medio metro y medio de longitud por 90 cm de altura..
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VERRACO DE CAPARRA |
Todos se labraron en un bloque
entero de piedra, inclusive la peana, aunque en algunos de ellos esta no se
haya conservado. La forma de presentarlos es siempre de pie, mostrando cada género
las peculiaridades que le son propias. Los toros con la cabeza agachada en
aptitud de embestir y el rabo cruzado sobre la grupa. Los suidos ofrecen la
sensación de movimiento en la forma
hacia adelante en las que han sido esculpidas las extremidades.
VERRACO DE CASTELO MENDO |
Una particularidad frecuente y
notable, por su posible conexión con una finalidad religiosa, que ofrecen las
esculturas de los verracos son las cazoletas que aparecen sobre un gran número
de ejemplares y que en su mayoría de los casos se hicieron intencionadamente,
pues en algunos casos se encuentran alineadas en la espina dorsal del verraco,
aunque lo más frecuente es aparezcan en cualquier parte del cuerpo del animal
como es el caso del verraco de Valdelacasa del Tajo y en dos del Villar del
Pedroso.
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Cabeza exenta de Plasencia |
Un reducido número de Verracos ostentan
inscripciones funerarias latinas, grabadas generalmente sobre los costados. En
otros se aprecian adornos y grabados denominados por Manuel Gómez Moreno “Verdugones”,
que son signos en “zig-zag” presente sobre todos en el antebrazo posterior y
cuyo significado se desconoce; el ejemplar de Segura de Toro solamente ostenta un verdugon horizontal sobre la pierna a la altura del codo.Según algunos autores podría referirse a una
identificación o una marca que identificarían a los autores,; sería como la
marca de los canteros.
¿Qué sentido podríamos dar a los Verracos?: hay muchas hipótesis entre la más aceptada sería la señalización de territorios, términos o lugares, ya que muchos de ellos se encontraron fuera de los castros y asociados a dehesas ganaderas, caminos etc. Para otros sería como señalizador de manantiales, o señalizadores de los caminos si tenemos en cuenta que los vetones se desplazaban con el ganado a otros lugares con mejores condiciones, practicando la trashumancia. Y por ultimo darles un carácter protector del ganado y poblados vetones.
Biografía.
Esculturas Zoomorfas Celtas en la
Península Ibérica- G. López Monteagudo. 1989.
El toro en el espacio Vetón. Andres Nortes Nolasco
El toro en el espacio Vetón. Andres Nortes Nolasco
José Antonio Pajuelo Jiménez.
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