domingo, 4 de octubre de 2020

CAURA, CAURIA, CAURIUM.

 CORIA:  CAURA, CAURIA Y CAURIUM.

Fue el escritor romano Plinio el viejo quién es su “Naturalis Historianos da a conocer el nombre de las ciudades que estaban adscritas al distrito “conventus” jurídico de Mérida dentro de la ordenación que hicieron las autoridades romanas. Entre las ciudades que menciona cita a “Cauray que posteriormente los romanos latinizaron el nombre convirtiéndola en “Cauria”. Posteriormente el geógrafo Ptolomeo, un siglo después cita a Coria, llamándola Caurium”.

En el 197 a.C., la República romana dividió al territorio español en dos circunscripciones a la que llamó Hispania Citerior, la más cercana a Roma y la Hispania Ulterior. Esta última en el año 27 a.C., el emperador Augusto dividió la Hispania Ulterior en dos provincias a las que dominó Bética y Lusitania. A la citerior le dio el nombre de Tarraconense.

Cuando los romanos vinieron a España, había principalmente dos clases de población en territorio Vetón, a los que los naturales llamaban “civitates” y “gentes”.

Coria por su situación geográfica, en toda su historia, ha sido cabecera de la actual provincia de Cáceres y por su misma situación local gozó de una situación común entre los castros vetones. Los romanos para crear sus ciudades seleccionaban aquellos lugares que tenían la posibilidad de ser potenciados a puntos clave que le sirvieran para administrar un territorio. A estos núcleos los denominaronoppida, ciudad.

Coria fue una ciudad fortificada durante la época vetona, los romanos transformaron la fortaleza en una ciudad de diseño romano.

Tras la conquista romana, “Caura”, paso a llamarse Castrum Cecilium Cauriensis”, en el siglo I a de Cristo, por el Consul Cecilio Metello Pio, convirtiéndose en una ciudad estipendaria, es decir que no gozaba de los privilegios romanos, pero podía seguir teniendo su organización interna, y tenían que pagar tributos. La estructura administrativa romana estaba basada en la urbanización tanto de la ciudad como del territorio urbano dependiente de ella, pero en un principio, y dado que los poblados indígenas no tenían tradición urbana y seguían viviendo en sus característicos poblados se hacian pactos (foedus) en cada ciudad, o mediante el simple sometimiento a Roma (deditio).

No hay constancia documental, pero parece que Coria pasó a ser municipio de derecho latino a partir del famoso edicto de Latinidad promulgado por Vespasiano en el año 73 0 74. Así parece deducirse de la inscripción latina que menciona a un cauriense adscrito a la tribu Quirina. Así costaba en una lapida funeraria colocada en el pavimento de la catedral y que no hemos localizado.

                 L. VALERUS // QUIR // SEVERINO // VALERIA.M.F. //MARCIA //MALITO

      VALERIA MARIA, HIJA DE MARITO, ERIGIÓ ESTE MONUMENTO A SU MARIDO, LUCIO VALERIO, DE LA TRIBU DE QUIRINA[i].

Lucius Valerius Severino es uno de los casos de ciudadanos romano adscrito a la Quirina tribu, documentados en Caurium; el otro procede de la cercana localidad de Holguera. Por la presencia de la tribu Quirina se fecharía esta laude sepulcral a finales del siglo I o  primros del II después de Cristo.[ii]

Así, Coria fue reconstruida, según las nuevas formas de concebir la ciudad romana, que se delineaba y construida según las exigencias topográficas del lugar. Los romanos no planificaron Coria como ciudad amurallada, pues este pasó a ser ciudad romana en los años 73 mas o menos y la muralla no fue construida hasta finales del siglo III y principios del IV.



La fundación de toda ciudad romana se realizaba mediante un acto religioso, el “augur”, o sacerdote especializado en estas funciones, trazaba con su vara dos rayas perpendiculares, en el lugar elegido para levantar la ciudad. Una raya llevaba sentido Norte- Sur, y otra se marcaba en sentido Este- Oeste, posteriormente encerraba la cruz señalada en un cuadro rectángulo, que seria el centro de la ciudad y en este centro se construía el templo.

Después de este primer rito, el augur tomaba una junta de bueyes con arado de bronce y señalaba el recinto total de la ciudad.

También se marcaban las calles principales de la ciudad, una llamada Kardo de dirección norte sur, la otra “decumanus”, de dirección este-oeste. En la intersección de estas dos, se establecía el foro, que era la plaza y en este se celebraba el mercado, se discutían los asuntos, y se administraba justicia.

Coria fue ciudad fortificada durante la época vetona, después de un largo periodo de vida romanizada, los romanos amurallaron la ciudad, muralla que llevaba intercaladas a lo largo de un muro una serie de torres cuadradas para dar mas seguridad al sistema defensivo creado, Las torres tienen una separación entre 20 y 30 metros.

Las murallas de Coria tienen un espesor de más de cuatro metros de ancho, la parte externa de la pared son de sillería y el interior de estas está hecho de un mortero de piedras rodadas de río y cal. La altura oscila entre diez y catorce metros, variación debida a la exigencia del terreno[iii].

Esta muralla de época romana es una de la mejor conservadas de Españas siendo un magnifico ejemplar de la arquitectura militar romana, y como tal, su calidad constructiva la hizo infranqueable durante siglos de historia. Los numerosos asedios a la que fue sometida conllevarían a la necesidad de mantenimiento de esta en las diferentes épocas de su historia. Es posible que tanto el trazado como algunos lienzos sean de factura tardo romana, si bien muy modificados incluso rehecho después de la conquista musulmana.

Actualmente se conservan cuatro puertas de acceso, de las cuales dos son de origen romano. Son las que se conocen como Puerta de la Guía o Puerta de la Estrella (fue modificada en el siglo XVI colocando en la parte superior un escudo de los Duques de Alba, Señores de Coria, y una imagen de la Virgen de la Guía, de ahí su nombre) y la otra como Puerta de San Pedro, o Puerta del Sol  o Puerta Corredera.


Las otras dos, llamadas Puerta de San Francisco ( también llamada Puerta de la Cava, o Puerta del Rollo fue abierta en el siglo XVI junto al foso o cava del Castillo de Coria, conectando la plaza del rollo con el conjunto histórico artístico) y Puerta del Carmen (o Puerta Nueva, abierta en el siglo XVI para comunicar los arrabales del Carmen y San Francisco), no son romanas, como se deduce de la documentación de Aguado Bleye[iv] fueron abiertas después de finalizada la Edad Media, y a partir de unas agujeros que se habían practicado para facilitar la salida y entradas de sus habitantes.



Cada puerta esta franqueada por dos torres cuadradas, el arco de entrada de estas es de medio punto y su paso está cubierto de bóveda de medio cañón. Para la construcción de la muralla se aprovecharon multitud de piedras de sillería con inscripciones que procedían, bien de sepulturas o de aras votivas o de distintas edificaciones. El departamento de Historia Antigua de la Universidad de Extremadura reeditó un nuevo Corpus de Inscripciones Latinas de la zona de Coria, en el que colaboré con Julio Esteban Ortega profesor de este departamento, y en el que detallamos y transcribimos cada una de estas inscripciones empotradas en la muralla.[v].

José Antonio Pajuelo Jiménez

                              

                                                       "CREANDO CULTURA"

 

 

 

 



[i] Velo y Nieto, G CORIA, Bosquejo histórico de et ciudad y su comarca. pag.238. Madrid – 1947

 [ii] Corpus de Inscripciones Latinas IV. CAURIUM.Julio Esteban Ortega 2016.pag. 73

[iii] Iglesias Hernández. Miguel.  EL AYER DE CORIA. Colección de Temas Caurienses. Volumen 9.

[iv] Aguado Bleye, Pedro. Manual de historia de España. Tomo I. Pag.279. Madrid 1958.

[v] Obra cit.. Julio Esteban Ortega. Univ, Extremadura.





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