Despidiendo al mes de enero.
En la cultura romana, Janus era el dios de la astronomía, la arquitectura y quién presidia los puentes y las puertas. Le atribuían de una u otra manera todos los principios de la civilización desde la creación de las leyes para la organización social, el comienzo de la cultura de la tierra, hasta la invención de la moneda para facilitar los intercambios comerciales. De hecho, se han encontrado monedas romanas que, presentan por una cara dos rostros y un barco en la otra, pues también se le atribuye el uso de los barcos de largo viajes y para la pesca costera.
En la cultura romana, Janus era el dios de la astronomía, la arquitectura y quién presidia los puentes y las puertas. Le atribuían de una u otra manera todos los principios de la civilización desde la creación de las leyes para la organización social, el comienzo de la cultura de la tierra, hasta la invención de la moneda para facilitar los intercambios comerciales. De hecho, se han encontrado monedas romanas que, presentan por una cara dos rostros y un barco en la otra, pues también se le atribuye el uso de los barcos de largo viajes y para la pesca costera.
En época arcaica
era simplemente un dios ligado a los ciclos naturales de la siembra y de las
cosechas, De hecho, el solsticio de verano, cuando el sol llega al punto más alto
y empieza su curso descendente, era conocido como Janua Inferni o la Puerta
de los Hombres (solsticio de verano) y el solsticio de invierno, con
su ciclo ascendente, era conocido como Janua Coeli o Puerta de los Dioses.
(solsticio de
invierno). En sentido iniciático, la puerta de los hombres (solsticio de
verano) es una puerta del descenso que nos conduce a la verdad interior en un tránsito
ascendente hasta la Puerta de los Dioses (solsticio de invierno). El descenso al
mundo interior de cada individuo (a semejanza con el trayecto solar) se convierte
así en un camino hacia la sabiduría que reside en nuestro interior. Los
solsticios son una iniciación a los misterios del hombre.
Calendario agricola del Panteón real de San Isidoro de León. Siglo XII |
Se le
representa al dios romano Jano, bifronte, cerrando a nuestra izquierda la
puerta de la casa que representa el año viejo, al tiempo que abre la del nuevo
año, (representa la facultad de ver adelante y atrás).Curiosamente, la mano que cierra la puerta del pasado está cerrada y la
que abre el futuro está abierta, como invitándonos a pasar. La iconografía
representa siempre a Jano con dos rostros opuestos en la misma cabeza, uno que
mira adelante y otro que vuelve la vista atrás. Es la representación de los
momentos de transición, aquellos en los que se hace balance y se formulan
propósitos.
Enero se llama así en honor a Jano (Ianuarius, en latín), palabra que está
relacionada con ianua (puerta), y le viene de perlas a esa idea de ser la
puerta del año. Jano, el bifronte, es el dios de los inicios, de los tránsitos
y de las puertas. Es el dios de los proyectos nuevos.
Jose Antonio Pajuelo Jimenez.
"CREANDO CULTURA".
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