EL SIMBOLISMO
CRISTIANO DEL SOLSTICIO DE INVIERNO.
El
solsticio de invierno, celebrado por los romanos el 25 de diciembre, siempre
fue una fecha considerada por las culturas agrícolas de la Antigüedad. Después
del otoño, en que las horas de la oscuridad supera a las de la luz a lo largo
de la jornada, y tras el solsticio de invierno, el día comienza a alargarse de
nuevo y robarle espacio a la noche, un hecho clave de cara a la “resurrección”
de la naturaleza a la primavera. Para la propia iglesia fue sencillo dar
sentido a esta festividad. El nacimiento de Cristo, celebrado el mismo día
solsticial, representa el triunfo de la luz y el bien frente a las tinieblas,
la victoria de la vida sobre el pecado y la muerte y el renacer de una nueva
humanidad iniciada con el nacimiento de Cristo.
UNA
CONFUSIÓN MUY COMÚN.
Se
oye con frecuencia que el cristianismo se limitó a sustituir las fiestas
paganas por las cristianas, y a los dioses propios del mundo clásico o bárbaro por
su propia divinidad. Se cree, por tanto, que únicamente hubo un cambio de
nombres y de jerarquías religiosas. Ciertamente la iglesia promovió la
superposición de sus festividades sobre las anteriores, pero con una clara
intención de aprovechar el carácter sagrado de aquellas fechas y cristianizar
las mismas, de modo que el dios y la teología pagana fuesen anulándose a favor
del cristianismo. Por tanto, pese a que compartieran fecha de natalicio, o
incluso algunos atributos en ocasiones, el Jesús cristiano no era Mitra, o el Aion,
o el Sol Invicto, denominados con otro nombre, como se dice en ocasiones, pues
la propia Iglesia deseaba evitar tal identificación.
Estas
divinidades fueron desapareciendo paulatinamente frente al empuje legislativo,
y misionero, de un cristianismo apoyado por el estado desde el siglo IV, que
termino por borrar incluso su recuerdo. No obstante, si bien es verdad que los
devotos de cualquier credo no confundían unas divinidades con otras, no es
menos cierto que el auge de una de ellas, la solida tradición de otras y la
propia naturaleza humana hicieron que los cristianos de aquellos siglos
rindiesen culto tanto a Cristo como al Sol Invicto, entre otros dioses. Los
textos del papa del siglo V León I el Magno así lo prueban.
Biografía: Breve historia de la Navidad. F. J. Gomez Fernadez.
Forografias, extraidas de imagenes de Google.
(1) Sol
Invicto: Fue un culto religioso hacia una divinidad solar iniciado en el
imperio romano tardío. El festival del nacimiento del Sol inconquistado (dies Natalis Solis Invicti) indicaba que nacía un nuevo sol que vencía a la oscuridad y que a partir del final del solsticio en invierno los dias iban hacerse más largos. Este festival corría desde el 22 al 25 de diciembre
Biografía: Breve historia de la Navidad. F. J. Gomez Fernadez.
Forografias, extraidas de imagenes de Google.
Jose Antonio Pajuelo Jiménez.
"CREANDO CULTURA"