Materiales Inéditos de la Cueva de
Boquique.
Datos para una Nueva
Sistematización de la
Edad del Bronce en Extremadura
El objeto de esta nota es dar a conocer un
lote de cerámica y otros objetos,recogidos por José
Luis Blanco, en la dehesa de Valcorchero, procedentes de la cueva de Boquique y
sus alrededores. Este señor, conservaba en su casa de Plasencia una colección
arqueológica, conseguida por rebuscas, según él o por excavaciones clandestinas,
que un día nos mostró y de la que nos llamó la atención las cerámicas bruñidas
y pintadas. Solicitamos que nos dejara estudiarlas, y así lo hizo, gesto que
agradecemos. Posteriormente, hizo donación al Museo Arqueológico de Cáceres del
lote que nos había dejado para su estudio, junto con otras piezas que
conservaba de Boquique también, entre ellas hachas de corneana, un punzón de
hueso, cerámica y metal. A petición del Dr. Almagro Basch, las piezas que aquí
se estudian, se depositaron en el Museo Arqueológico Nacional, de donde se
trasladarán en breve al Museo de Cáceres, junto con los materiales de la
excavación realizada recientemente en Boquique por M. Almagro Gorbea.
La dehesa de Valcorchero registrada en la
hoja n.° 598 del I.G.C. con la denominación de Umbría de Valcorchero, se
localiza en la misma entre la carretera N 630 Gijón-Sevilla y el camino que
desde Plasencia, por las faldas de las sierras del Gordo y de la Oliva, pasando
por la Ermita de Nuestra Señora del Puerto, llega hasta Villar de Plasencia.
La mencionada dehesa de Valcorchero se
destaca como un potente yacimiento arqueológico constituido por covachas,
recintos circulares tangentes, siempre en número de dos, las murallas de un
poblado y una necrópolis de cistas, al parecer saqueadas la inmensa mayoría.
Conocida su
importancia en la bibliografía arqueológica1 debido sobre todo a hallazgos
casuales y a rebuscas de aficionados, pero donde no se han realizado excavaciones,
a no ser en fecha reciente, como decimos, por M. Almagro Gorbea quien no ha
publicado la Memoria todavía, nos encontramos con el problema de determinar con
exactitud la fecha y el encuadre cultural que estas piezas pudieran tener. Sin
embargo, los materiales que presentamos, a pesar de no proceder de excavaciones
y por tanto sin estratigrafía, son datos de gran valor para esclarecer las
diferentes etapas de la Edad del Bronce en Extremadura, falta de estudios sistemáticos,
labor en la que estamos empeñados desde hace tiempo por razones profesionales y
personales.
CATALOGO DE LOS
MATERIALES
SÍLEX
1) Fragmento de una hoja-cuchillo
de silex gris blanquecino, perfil curvo y sección
triangular irregular. Tosco. Con retoque abrupto en el lado derecho y en parte
superior del izquierdo. Medidas: long. 30
mm.; anch. 19 mm.; esps. 7 mm. (fig. 1, 1).
2) Fragmento de
una hojita de silex blanco-lechoso. Perfil recto y sección trapezoidal.
Retocada finamente en los lados. Medidas: long. 15
mm.; ancho 10 mm.; esps. 1 mm. (fig. 1, 2).
3) Fragmento de una punta de
perforador de silex blanco grisáceo, que se ensancha ligeramente en la parte
inferior. Retocada en ambos lados. Perfil recto y sección trapezoidal. Medidas: long. 19 mm.; anch. 10 mm.; esps. 5 mm. (fig. 1, 3).
4) Pequeño raspador discoidal de silex beige. Presenta señales de uso en los
4) Pequeño raspador discoidal de silex beige. Presenta señales de uso en los
lados y sección oval. Diámetro 17 mm. (fig. 1. 4).
(1) Las primeras noticias se las debemos a Vicente Paredes Guillen, quien dice lo siguiente: «Cerca de Plasencia en la dehesa de Valcorchero, al sitio de la Era de Guijosa, se encuentran los mismos vestigios en un recinto bastante extenso que se conoce estuvo defendido por una muralla en los sitios que de él era accesible; pues lo demás del recinto lo tenía natural; pero estas construcciones están escabadas debajo de grandes peñascos que
les servían de cubierta, y hoy hay muchas rellenas de
tierra. En el centro está la mayor que llaman cueva de Boquique, apodo de un
facineroso que se refugiaba en ella. Caben diez o doce caballos y cuarenta o
cincuenta hombres. Uno de los peñascos que le sirve de cubierta tiene unos
veinte metros de largo. Hoy tiene una boca grande, que debió en sus primitivos
tiempos estar cerrada, y no tener otras entradas que
aquellas más pequeñas en que se conocen han rozado la roca para abrirlas. En
estas cuevas están mezcladas los instrumentos de piedra con las hachas de
bronce y con fragmentos de cerámica muy tosca, en que no intervino el horno de
alfarero» (Origen del Nombre de Extremadura, Tip. José de Hontiveros,
Plasencia 1886, pág. 33).
Y en 1888 en «La Historia de los Framontanos
Celtíberos» pág. 8: «Cerca de Plasencia, donde estoy escribiendo, se encuentran
revueltos instrumentos de piedra, de bronce y tierra cocida, en cuevas rodeadas
de construcciones que indican no ser de remota fecha».
Las excavaciones de Pedro García Faria son estudiadas
por P. BOSCH GIMPERA: La cova del
Boquique a Plasencia. Anuari IEC, VI, Barcelona 1915-1920, pp. 513-516.
Ambas noticias recogidas por Mélida en: Catálogo
Monumental de la Provincia de Cáceres (1914-1916), pp. 8-9 y Adquisiciones del Museo Arqueológico
Nacional en 1917. Rev.de Arch. Bibl. y Museos julio-agosto 1918, p. 5.
J. MALUQUER DE MOTES: La técnica de incrustación del Boquique y la dualidad de tradiciones cerámicas
en la Meseta durante la Edad del Hierro. Rev. Zephyrus VII, Salamanca 1956, pp. 179 y ss.; M. SAYÁNS
CASTAÑOS: Artes y Pueblos Primitivos de la Alta Extremadura.
.
FIG. 1. Tamaño natural. 1-6
sílex y cuentas de collar; 47 molde en cerámica y 48 pieza en forma de carrete
en cerámica.
CUENTAS DE COLLAR
82) Cuello y galbo de una cazuela de grandes proporciones, se conserva casi
CUENTAS DE COLLAR
5) Cuenta de
collar de forma esférico-achatada, color rosado con irisaciones rojizas, de
ágata. Perforación en embudo más ancha por una cara (fig. 1, 5).
6) Cuenta de
collar bicónica aplanada de color melado traslúcido. Perforación vertical
amplia (fig. 1. 6).
PIEDRA
7) Un hacha de
forma isósceles terminada en punta redondeada, de anfibolita gris. Filo curvo a
dos biseles. Sección oval. Pulimentada en toda la superficie con ligeras
saltaduras. Medidas: long. 130 mm.; anch. 56 mm.; esps. 21 mm. (fig.2, 7).
8) Hacha o escoplo
de amfibolita gris. Forma rectangular alargada, terminada en punta redonda.
Filo a dos biseles, curvo. Pulimentada solo en el corte, el resto desbastada.
Medidas: long. 115 mm.; anch. 23 mm.; esps. 30 mm. Sección cuadrangular, (fig.
2, 8).
9) Hacha o azuela (parece más bien
azuela) de amfibolita gris-verdosa.
Forma trapezoidal; sección oval.
Pulimentada con esmero el filo curvo, con una desconchadura en una cara. El
resto de la pieza está muy deteriorado por las saltaduras, pero se ve que
estuvo pulimentado. Medidas: long. 135 mm.; anch. 73 mm,; esps.. 37. (fig.3,
9).
10) Hacha muy
tosca de forma trapezoidal redondeada. Saltadura que afecta al filo y a casi
toda la pieza, de natural muy tosco. Sección oval. Medidas: long. 13 mm.; anch.
75 mm.; esps. 37 mm. (fig. 3, 10).
11 y 12) Dos moldes de
fundición en arenisca, de forma trapezoidal redondeada. El n.° 12 fragmentado.
La cara plana tiene incisión vertical, semiesférica. Sección semicircular
irregular. Medidas del ejemplar entero: long. 59 mm.; anch.39 mm.; esps. 29 mm.
(fig. 4, 11 y 12).
13 a 41) En total
28 piezas de granito y cuarcita, consideradas como pesas de red por muchos
autores. De forma oval redondeada, con dos entalles en los laterales. Una bola
surcada transversalmente por una banda rehundida. Se han utilizado cantos
rodados que presentan por lo general una cara recta y la otra abultada. Algunas
piezas están fragmentadas. Oscilan de 10 a 5 cm. (fig. 5, 6 y 7).
42) Un alisador o
bruñidor de cerámica de forma alargada, punta redondeada y sección circular
(fig. 5, 42).
43) Canto rodado
de forma oval con dos caras pulimentadas, que producen
un filo curvo con
fuertes retoques en uno de los lados. Medidas:
long. 76 mm.; anch. 57 mm. (fig. 6, 43).
44) Piedra de
forma trapezoidal redondeada con una achaflanadura lateral
bastante tosca.
Debió usarse como hacha o azuela (conserva todavía un filo pulimentado) y
posteriormente se usó como percutor o como pesa de red o telar semejante a las
anteriores (fig. 7, 44).
45) Percutor de
cuarcita sobre canto rodado.
46) Piedra de
aluvión de forma alargada, redondeada en los extremos; rota en la parte
inferior, con dos rebajes en los lados, pulimentados. Debió usarse como
colgante mejor que como pesa de red. (fig. 21, 46).
CERÁMICA
47) Pieza de forma
oval, de cerámica, con dos concavidades, en ambas se aprecian unos círculos
concéntricos con agujero en medio. Tal vez se trate de algún molde para cabezas
de alfiler. Pasta fina pardo-negruzca. Está fragmentada (fig. 1, 47).
48) Mitad de una
pieza en forma de carrete, perforada verticalmente en el interior, más
rehundida en el ensanchamiento de la boca. Pasta pardo rojiza sin inclusión de
partículas como degrasante, arcilla muy fina. Fuego oxidante (fig. 1, 48).
49) Parte de
cuello y galbo de olla. Pasta pardo-rojiza con gravillas (cuarzo y mica) Galbo
alisado a escobilla, menos acusado en el interior. Superficie de color pardo. A
mano. Fuego reductor. Calidad grosera (fig. 8, 49).
50) Fragmento de
borde con asa. Pasta parda. Degrasante de arenas y cuarzos. Decorada con la
llamada técnica de Boquique en el labio y alrededor del asa. A mano. Fuego
oxidante (fig. 9, 50).
51) Fragmento de
panza. Pasta pardo rojiza. Decoración reticulada incisa irregular y
profunda. Degrasante de arenas. A mano. Fuego oxidante (fig. 9, 51).
52) Pequeño
fragmento de borde. Pasta de color pardo. Degrasante de arenilla y mica.
Decoración incisa en espina. A mano. Fuego oxidante (fig. 9, 52).
53) Fragmento de panza. Pasta
pardo-rojiza. Degrasante de arenas, cuarzos y mica. Decorado con un triángulo
en relieve. En el interior a escobilla.. Calidad grosera, (fig. 10, 53).
54) Fragmento de borde, decorado
con un cordón en relieve de impresiones digitales. Ungulaciones
en el labio. Pasta rojiza. Degrasante de arenas,cuarzos y ,mica. A mano, fuego
oxidante. Calidad grosera (fig. 10, 54)
55) Fragmento de
cuello y galbo de olla. Pasta gris oscura casi negra. Degrasante de arenas,
cuarzos y mica. Calidad grosera a mano. Fuego oxidante. Debajo del cuello, en
el inicio del galbo, se marca una hilera de líneas incisas oblicuas (fig. 11, 55).
56) Fragmento de
borde decorado con un cordón en relieve, mordido a trechos. Pasta de
color pardo. Degrasante de grano grueso. A mano. Fuego oxidante. Calidad
grosera, (fig. 11, 56).
57) Fragmento de
borde con mamelón circular, ligeramente aplanado y con perforación
horizontal. Pasta de color pardo. Degrasante de arenas. Muy rodado y basto. A
mano. Fuego oxidante (fig. 11, 57).
58) Fragmento de
borde con mamelón. Pasta pardo clara. Degrasante de arenas, cuarzos y mica.
Casi justo al borde arranca un momelón circular aplanado y más abajo debió ir
otro, pues se aprecia el lugar que ocupaba. Junto al mamelón hay una decoración
circular realizada con técnica de Boquique. A mano. Fuego oxidante. Calidad
grosera, (fig. 12, 58).
59) Fragmento de
borde. Pasta de color pardo. Degrasante de grano grueso (gravillas) y
fragmento de cuarzo y mica. A mano. Fuego oxidante, (fig. 12,59)
60) Fragmento de
mamelón horizontal. Pasta oscura con degrasante de arenas y mica. Para
conseguir el mamelón se ha incrustado una barrita de la misma pasta, de
consistencia fuerte, tal vez cocida antes de la aplicación sobre el vaso. Superficie
gris. Calidad espatulada. Se aprecian huellas digitales. Fuego oxidante, (fig.
13, 60).
61) Fragmento de
ollita con cuello exvasado. Pasta pardo-rojiza.Degrasante de arenas. A mano.
Fuego oxidante. Calidad grosera, (fig. 13, 61).
62) Fragmento de
borde con ensanchamiento en el labio. Pasta oscura Degrasante de arenas y cuarzos gruesos.
Superficie de color gris. Calidad espatulada. A mano. Fuego oxidante, (fig. 13,
62).
63) Fragmento de
panza. Pasta de color pardo-grisáceo. Calidad espatulada
(fig. 13, 63).
CERÁMICA
BRUÑIDA Y ESPATULADA
69) Vaso carenado
con ónfalo en el fondo. Pasta fina de arenillas y mica. Se conserva tres partes
del mismo, el resto restaurado, por lo que no se puede precisar la textura de
la pasta y el color. Exteriormente la superficie es pardorojiza con manchas grises.
Calidad: alisado manualmente o bruñido. Fabricación a mano o torno lento. Fuego
oxidante, (fig. 15, 69).
70) Fragmento de
borde o galbo de vaso carenado. Pasta pardo-rojiza. La
pasta es fina con
degrasante de cuarzos y partículas de mica. Calidad bruñida. A torno. Fuego
oxidante. Está restaurada, (fig. 15, 70).
71) Vaso carenado
casi completo, aunque fragmentado, con cinco ónfalos
en el fondo. Pasta
oscura gris; degrasante de arenillas y mica. Superficie de color gris negro. A
torno. Fuego oxidante. Calidad bruñida negra, saltada en parte, (fig. 16, 71).
72) Mitad de un
vaso de carena con ónfalo en la base. Pasta oscura. Degrasante de arenillas
minúsculas, cuarzos y mica. Superficie de color gris con manchas negras. Fuego
oxidante. Calidad bruñida, en parte saltada, (fig. 17, 72).
73) Fragmento de
vaso carenado, casi la mitad, de pasta color pardo-anaranjado, superficie de
color pardo rojiza, primitivamente de color rojo almagra, ya desvaído en parte.
Calidad bruñida interior y exteriormente. Degrasante de arenas y motas de mica.
A torno. Fuego oxidante. Fragmentado en tres. (fig. 17, 73).
74) Fragmento de
vaso carenado. Pasta medía. Degrasante de arenas, cuarzos y mica. Superficie de
color pardo-grisáceo con manchas grises. Calidad bruñida. A torno. Fuego
oxidante defectuoso, (fig. 18, 74).
MATERIALES
INÉDITOS DE LA CUEVA DE BOQUIQUE
75) Fragmento de
borde con parte de carena. Pasta rojiza grisácea. Degrasante de arenillas.
Calidad bruñida. Superficie de color rojo y gris. A torno. Fuego oxidante, (fig.
18, 75).
76) Fragmento de
vaso carenado. Pasta oscura. Degrasante de arenas y mica. Superficie bruñida de
color gris-negro, saltada exteriormente. En el interior se nota más el bruñido.
A torno; fuego oxidante (fig. 18, 76).
77) Fragmento de
base con ónfalo. Pasta media. Degrasante de arenillas y
mica. Superficie
de color gris en el exterior, en el interior pardo. Calidad bruñida.A torno,
fuego oxidante, (fig. 18, 77).
78) Borde un plato
con indicación de labio. Pasta oscura gris. Superficie
gris oscuro casi
negra. Calidad bruñida. Degrasante de arenillas. A torno, fuego oxidante. Es
uno de los ejemplares más finos, (fig. 19, 78).
79) Fragmento de
olla con cuello exvasado. Pasta oscura gris. Degrasante de arenillas.
Superficie gris en el exterior y negra en el interior. Calidad bruñida, (fig.
19, 79).
80) Fragmento de
borde. Pasta y superficie de color pardo-rojizo. Calidad
bruñida.
Degrasante de arenillas. A torno. Fuego oxidante, (fig. 19, 80).
81) Fragmento de
borde. Pasta de color pardo, fina, con degrasante de arenillas. Calidad
espatulada más desvaída en el interior y labio. A torno. Fuego oxidante, (fig.
19, 81).
FIG. 19. Bruñidos los núms. 78, 79 y 80, espatulado el 81 {tamaño natural).
FIG. 19. Bruñidos los núms. 78, 79 y 80, espatulado el 81 {tamaño natural).
82) Cuello y galbo de una cazuela de grandes proporciones, se conserva casi
la mitad. Hombro alto
con dos perforaciones. Pasta pardo grisáceo. Superficie de color pardo-rojizo
con manchas negras. Calidad bruñida, saltada sobre todo en el hombro y borde. A
torno. Fuego oxidante con manchas grises, (fig. 20, 82).
83) Fragmento de
vaso carenado. Pasta oscura gris. Degrasante de arenas.
Calidad bruñida
interior y exteriormente saltada en parte. A torno. Fuego oxidante, (fig. 21,
83).
FIG. 21.
El n.° 46 colgante de piedra, 83-85 cerámica bruñida {tamaño
natural).
84) Fragmento de
galbo. Pasta media o rojiza. Superficie de color pardo rojizo con manchas
negras. Degrasante de arenas y partículas de mica. Calidad bruñida. Fuego
oxidante, (fig. 21, 84).
85) Fragmento de
galbo. Pasta pardo-rojiza. Degrasante de arenillas y mica.
Calidad bruñida.
Fuego oxidante, (fig. 21, 85).
86) Asa de ollita.
Pasta pardo-rojiza. Superficie de color rojizo-grisáceo. Degrasante de
arenas y cuarzos. A torno. Fuego oxidante. Calidad espatulada. (fig. 22, 86).
FIG. 22.
El 86 espatulado; el 87 bruñido.
87) Fragmento de
vaso carenado. Pasta emida o rojiza. Degrasante de arenas, cuarzos y mica.
Superficie de color pardo-rojizo. Calidad bruñida. A mano o torno. Fuego
oxidante, (fig. 22, 87).
88) Asa de olla.
Pasta pardo-rojiza. Superficie de color pardo-grisáceo. Degrasante de
arenas y cuarzos. Calidad espatulada. A torno. Fuego oxidante (fig. 23, 88).
89) Fragmento de
olla con apunte de cuello. Pasta gris, con degrasante de arenas, cuarzos y mica.
Superficie de color pardo y gris por defecto de cocción. Interior gris. Calidad
bruñida. A torno; fuego oxidante, (fig. 23, 89).
FIG. 23. Olla espatulada, 89, bruñido.
FIG. 23. Olla espatulada, 89, bruñido.
ENCUADRE
CULTURAL Y CRONOLÓGICO
Los materiales que acabamos de ver se pueden dividir en dos
grupos: uno de clara tradición indígena en el que había que incluir las piezas
de sílex, hachas, percutores, y pesas de red, así como la cerámica de calidad
grosera fabricada a mano lisa o decorada con incisión, técnica de Boquique,
cordones en relieve con impresiones digitales etc. y un segundo grupo integrado
por la cerámica fina bruñida, espatulada y pintada, tartésica.
Aunque podría dudarse de la contemporaneidad de ambos
conjuntos, afirmando la falta de estratigrafía, creemos sin embargo que hay que
tener en cuenta las exploraciones de Pedro García Faria en la cueva de
Boquique, en la que halló piezas semejantes a estas en un estrato profundo. Y
en el estudio de la cerámica que hace P. Bosch, nos interesa subrayar lo
siguiente:
" La
cerámica comprende de algunos fragmentos decorados y otros sin decorar (fig.191
). Entre los primeros, algunos son groseros, pero bastante bien conservados
frecuentemente, con las paredes un poco gruesas. En los perfiles casi no se pueden
adivinar algunas formas, fig. 190 ). En algunos casos se encuentran señales de
asas o el asa bien conservada".
Desgraciadamente los materiales de la donación de García
Faria al Institut y que pasaron a formar parte de los fondos del Museo
Arqueológico de Barcelona según me dijo el Dr. Maluquer, se han extraviado o
están en algún cajón con materiales de otra época, lo cierto es que, a pesar de
las facilidades que recibí del director y del personal del mismo, especialmente
del Sr. Llongeras que con mucho interés los buscó, no me fue posible verlos.
Disponemos tan sólo de la publicación de Bosch y creemos que la tabla de la
figura 190 puede darnos una idea de las cerámicas a la hora de compararlas con
las que tenemos. En muchos casos la coincidencia hubiera sido total.
Por otra parte, la convivencia de cerámica grosera con otra
más fina no es un fenómeno insólito en Andalucía, aunque no deja de ser
sorprendente, tal es el caso en los estratos 4 y 5 de Carmona3, en los niveles 4, 5a y 5b del Cabezo
de San Pedro en Huelva 4 y en
los cortes de la Colina de los Quemados en Córdoba y de Ategua5, entre otros muchos que podrían
citarse.
Aún en el caso de que no se admitiera la misma cronología
para los dos grupos cerámicos que hemos establecido, esto es, por un lado la de
calidad grosera y por otro la de calidad fina, lógico es reconocer que si el
primer grupo tiene en Andalucía fechas muy antiguas y precisas (Incisas y
digitadas en Córdoba etc.) entre los siglos VIII y VI, estrato 5 de Carmona
cerámicas decoradas con la técnica de Boquique en el siglo VIII-VII6 y en El Cabezo de San Pedro en Huelva, en
los finales del VIII) aunque en La Meseta (Cogotas, Berrueco y, Sanchoreja
ETC.) no pase del siglo VI, no tienen por qué tener estas de la cueva de
Boquiquela misma cronología que la que aparece en los castros mencionados.
Además, las cerámicas
con técnica de Boquique y las decoradas con cordones en relieve, ungulaciones, incisiones
etc. tienen una larga tradición en la Península desde el Neolítico y es muy
curiosa la observación que hace Maluquer de que va acompañada en la Meseta de
la cerámica excisa, particularidad que no encuentra en los hallazgos de la
cueva de Boquique precisamente y que nosotros tampoco hemos encontrado. La
explicación de este fenómeno está desde luego en el distinto origen de las dos
técnicas decorativas Boquique-excisión que llegan hasta la Edad del Hierro,
pero a nuestro modo de ver es que las cerámicas del grupo Boquique, en este
yacimiento, tal vez, no sean autóctonas o por mejor decirlo que hayan evolucionado
desde el neolítico o Bronce 1 de cuyas épocas hoy por lo menos no tenemos
hallazgos, sino que procedan de Andalucía junto con la bruñida y pintada.
Las cerámicas del segundo grupo bruñidas y pintadas eran
desconocidas en Extremadura y los paralelos más próximos de las mismas se
encuentran en Andalucía y Portugal. Los motivos pintados son de tipo
geométrico: el triángulo de vértice hacia arriba relleno de líneas oblicuas
paralelas o de color, y las líneas paralelas horizontales u oblicuas
indistintamente, motivos que observamos en unos fragmentos del nivel 5a y 5b
lámina XXVIII del Cabezo de San Pedro, con los que coinciden en color, pasta y
forma de las vasijas7. Así
mismo se encuentran cerámicas pintadas con triángulos en El Carambolo8. En ambos yacimientos salían otras
bruñidas. El triángulo lo encontramos en Portugal en una jarra de Alpiarca, aunque
esta vez con decoración bruñida.
La cronología que los excavadores del Cabezo de San Pedro
asignan a la cerámica pintada y bruñida oscila del siglo X al VIII; fechas
iguales se aplica al Carambolo.
Por todo lo expuesto creemos que los materiales de la cueva
de Boquique deben considerarse como pertenecientes al Bronce Final y valorarse
culturalmente de influencia tartésica, que, junto a los vasos rituales, a los
braserillos, a las joyas, a las estelas decoradas y al depósito de Cabeza de
Araya, viene a confirmar una vez más las relaciones que existían entre
Extremadura (y a través de ella de la Meseta Norte) y Andalucía en el Bronce
III-Primera Edad del Hierro. Relaciones que se pueden documentar en los inicios
del Bronce, que se empieza a ver en la Edad del Hierro con las cerámicas
ibéricas en el castro de Botija y las inscripciones y que vemos aunque de una
manera menos clara, en el Bronce Final. En este camino tan trillado norte-sur y
sur-norte nos interesa precisar lo que corresponde a cada uno de ellos a fin de
establecer con nitidez el desarrollo de los distintos grupos humanos y sus
etapas cronológicas, para ello nada mejor que publicar los materiales que vayan
saliendo lo más rápidamente posible y desde luego hacer excavaciones que son absolutamente
necesarias sobre todo para el estudio de estas cerámicas tan interesantes como
son las que damos a conocer.
Mª CLEOFE
RIVERO DE LA HIGUERA
Biografia.
2 P. BOSCH:
La cova del Boquique... p. 514.
3 J. M. CARRIAZO
y K. RADDATZ:
Primicias de un corte estratigráfico en
Carmona. Erv.
1969, pp. 119-162.
Archivo Hispalense, Sevilla 1960.
4 J. M. BLÁZQUEZ,
J. M. LUZÓN,
F. GÓMEZ y K. CLAUS: Huelva Arqueológica. Las Cerámicas
del Cabezo de San Pedro. Instituto
de Estudios Onubenses «Padre Marchena».
Huelva 1970.
5 Véase la comunicación de A. BLANCO, J. M. LUZÓN y D. Ruiz: Panorama tartésico
de la Andalucía Oriental. Tartessos,
V Symposium de Prehistoria Peninsular. Unv. Barcelona
6 Ver el comentario que M. PELLICER dedica al corte de
CARMONA en:
Las primeras
cerámicas pintadas a torno andaluzas y sus problemas. V Symporium de Prehistoria Peninsular.
Barcelona 1969, pp. 298-299. Y H. SCHUBART en: Acerca de
las cerámicas del Bronce
tardío en el sur y oeste peninsular. Trabajos de Prehistoria, vol. 28, 1971, p. 19, fecha el
estrato 4 de por lo menos el siglo VII, con lo cual el
estrato 5 tiene que tener una cronología
más antigua de la que se le ha venido dando.
7 Huelva Arqueológica... Op. cit., nota 4, ver la lámina XXVIII-XXIX y las del
Boquique
fig. 14.
8 Lámina VI del artículo de J. MATA CARRIAZO en el
V Symposium de Prehistoria
Peninsular.
• H. SCHUBART: Acerca de la cerámica del Bronce tardío... p. 12, fig. 9 a.
MATERIALES INÉDITOS DE LA CUEVA DE BOQUIQUE
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