domingo, 7 de mayo de 2023

EL CONVENTO DE SAN IDELFONSO.

 

EL CONVENTO DE SAN IDELFONSO.

 En la segunda mitad del siglo XIV. Se reunieron para vivir en comunidad una serie de beatas pobres (Teresa Alfonso de Plasencia, María Fernández de Béjar, Juana Martin, Catalina Fernández de Cepeda, Elvira Gómez del Barco y Marina González de Talavera), sin regla ni obediencia a Prelado, ni Ordinario. El Sr. Obispo D. Gonzalo de Zúñiga en 1417 las sujetó a la Tercera Orden de San Francisco y les dio licencia para constituirse en comunidad. Las otorgó iglesia y convento en las casas y corral que les donó el bachiller Miguel Sanchez Yaguas, arcediano de Plasencia. El Rey Enrique IV, favoreció mucho a esta comunidad.

La portada y Capilla mayor de la iglesia fueron construidas en la segunda decena del siglo XVI, bajo la dirección del maestro cantero Francisco González, natural de Plasencia y domiciliado en la calle se Santo Domingo el Viejo, a expensa del coronel D. Cristóbal de Villalba, hermano del Sr. Obispo de Calahorra, y padre del Sr. Chantre Bermúdez de Villalva, que por su testamento las nombro herederas.[1]

 

De su interior destaca el retablo mayor, barroco, sobredorado, de notable ejecución, muestra en el centro un grupo escultórico de talla policromada que representan a San Ildefonso recibiendo la casulla de manos de la Virgen, a la que ayuda un ángel, mientras que los otros dos sostiene la mitra y el báculo del obispo. La obra de este retablo se da por finalizada el 7 de julio de 1612, pero por falta de recursos no se pudo dorar hasta 1764. 


Merece especial mención la imagen de San José que tiene el retablo. En honor suyo, se estableció la cofradía de los carpinteros. Celebraban la fiesta de su patrono el segundo día de Pascua de Resurrección, con misa solemne, música y nutrida concurrencia.

 A lado del evangelio. Nos encontramos el enterramiento del coronel Villalba y de su esposa, doña Estefanía de Trejo. En la lápida colocada sobre el muro nos encontramos con esta inscripción:

                    “FUNDADORES DE ESTA CAPILLA Y PATRONOS DEL COMVENTO”

 En este sencillo monumento reposan los restos de uno de los más renombrados militares del renacimiento, nacido en Plasencia, defensor de fronteras de estos reinos contra cualquier tipo de enemigos. El propio rey don Fernando el Católico le concedió las armas a su escudo tras participar en cien combates.

Además de las armas otorgadas se le acola una bandera, que el coronel Villalba había quitado a fuerza de brazos a un moro que la defendía en la batalla de Andarax.[2]

Como piezas de especial valor en el interior del templo, destacan el mausoleo y la estatua en posición orante del coronel Cristóbal de Villalba que falleció en 1517, justo cien años después de la fundación del convento, aunque la escultura fue colocada allí en 1596. 

Falleció Navarra a la edad de 72 años. Su cuerpo fue traído a Plasencia por su hijo D. Pedro Bermúdez de Villalba, chantre de esta santa iglesia, que le puso en el lucillo de mármol donde reposa, y sobre el lucillo o sepulcro le erigió la estatua, bajo de la cual se lee el siguiente epitafio.'

En aquesta estrecha cama

La muerte puso en medida

Al que no la tuvo en fama.

Por no tenerla en la vida;

Y tuvo, siendo mortal.

Con dos contrarias victorias

Con vida fama inmortal

Y con muerte inmortal gloria.

                                        EL CORONEL CRISTÓBAL DE VILLALBA. 1596

Su paisano, el célebre poeta placentino Luis de Miranda, de cuya biografía ya nos ocuparemos, ensalzo las proezas de este héroe en una bellísima composición elegiaca A la muerte de un su amigo, y nosotros, rindiéndole un tributo de admiración y respeto, consagramos el recuerdo de este insigne

 Sus hechos inspiraron a más de un vate español y extranjero para cantar proezas que la imaginación del poeta glosaba o vestía a su manera. Por él se escribió aquel bonito romance anónima, que no aparece en nuestro Romancero, y que empieza así:

 

Villalba por Castilla

pelea con gran valor...

Y termina diciendo:

La fama le proclama

por el héroe vencedor.

 

En el lado izquierdo se ve en la pared un enterramiento con escudo y debajo una lapida sustentada por tres leones en la que se lee: 


 Esta capilla con dotación de dos monjas y dos // capellanes dotó y fundó Pedro Gómez vecino // regidor que fue de esta ciudad. Dexo por patrón al capitán don Fernando Gómez de Carvajal // y a sus hijos u descendientes y sucesores// en su casa y mayorazgo y a falta de todos al Colegio // de la Compañía de IHS y a este convento // de San Ildefonso. Falleció en veinticuatro // de septiembre de mil seiscientos y treinta.

La iglesia está construida de mampostería y ladrillo. Apreciándose sillares en zonas nobles. Se han realizado numerosas obras de consolidación y reformas. Especialmente las realizadas en los siglos XVIII y XIX por hundimiento del artesonado en 1867, o un cambio en el enlosado que se realizó en 1879.

El convento poco a poco se ha ido abandonado y al principio del siglo XXI las ultimas religiosas de clausura que quedaban dentro, han sido concentradas en Sevilla. Desde entonces está vacío después de 600 años de comunidad. La Diócesis de Plasencia está buscando otra orden que pueda albergarse en él.

 

                                                             José Antonio Pajuelo Jiménez.

                www.lavozdemayorga.blogspot.com                                 www.lavozdeplasencia.blogspot.com

 



[1] José Benavides Checa. Prelados Placentinos. Pag.169. año 1999.

[2] Fray Alonso Fernández. Anales. Pag.291.


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