sábado, 22 de febrero de 2025

EL COLEGIO DEL RIO.

 

EL COLEGIO DEL RIO.

El Renacimiento cultural placentino se apoya sobre cuatro pilares o instituciones docentes: La Cátedra de Gramática, el Colegio de los dominicos, el Colegio de los Jesuitas y el colegio de San Fabián. De los tres primeros ya hemos hablado en nuestro bloc. Vamos ahora a referiros a esta última institución. Cuando la sede placentina estaba todavía vacante, antes de que se nombrase obispo a D. Francisco Tello y Sandoval, tuvo lugar un acontecimiento importante, la muerte de D. Fabián de Monroy, arcediano de Plasencia y Béjar y arcipreste de Calzadilla, en la diócesis de Coria, que tuvo lugar en la noche del 6 de marzo de 1578, el hecho de haber dejado en su testamento una importante fundación: el Colegio del Rio o de San Fabian. En el Archivo de la Catedral se conserva una copia del testamento de don Fabián de Monroy en el que podemos leer:” Estando en las casas de don Fabián de Monroy, arcediano de Plasencia y Béjar, que está pasando el rio de Jerte, extramuros de la ciudad d Plasencia, a quatro días del mes de marzo de mil quinientos y setenta y ocho años…estando enfermo de cuerpo y echado en una cama, e sano de voluntad y en sus seso, juicio y entendimiento natural, a lo que parecía dio y entregó a mi, el escribano, esta escritura cerrada e sellada e dixo que lo de dentro escrito en su testamento … y es su voluntad que no se abierto hasta después de sus días”, en este testamento hológrafo don Fabián dispone lo siguiente:


A.- Fundación de un colegio: Item quiero y es mi voluntad que en esta casa que al presente vivo, con todas la viñas y jardines que ella tiene, se haga un Collegio, a donde estudien pobres se recojan a pasar las ciencias que en las universidades ovieren oído, de las cuales las dos tercias partes sean juristas, y la otra tercia theologos.

B,- Alumnos.- Los estudiantes deberán ser:” virtuosos e de buenas conductas e fama…;majores de veinte años, que hayan oído los cursos acostumbrados en las ciencias que profesaren…; e pobres, que no tengan de veinte ducados arriba de renta …e porque de aquí puedan salir ministros útiles a la república cristiana, quiero que no sean sospechosos en nuestra santa fe católica ni menos en ella, ni castigados por el Santo Ofizio de la Inquisizion, ni dezendientes de los que lo hubieran sido, ni de judíos ni de moros…y an de estar en el dicho colegio hasta ocho años…y el numero de Collegiales, que sería conforme a la hazienda, que yo dexare para alimentarlos”…

C.- Estatutos. – “ Las constituciones y horden que an de guardar y ábitoque an de vestir e las dema´s cosas para estos necesaria, remito a mis testamentarios, para que, vistas las de otros Collegios, hordenen lo que más convenga, para que más quietamente vivan e mexor sirvan a Dios.

D). - Capilla.- “Item es mi voluntad que junto a dicho Collegio se haga una capilla en el sitio e edificio que a mis testamentario pareciere, en la mitad de la qual, en la sepultura conveniente se ponga mi cuerpo, pasandole del lugar, donde agora se depositare… e aya en el dicho colegio dos capellanes… para que diariamente digan misas por el fundador.

E). - Patronos.- “Y es mi voluntad que de dicho Collegio e Capilla, sean patronos los señores Obispo, Deán y Cabildo de dicha Chatefral de Plasencia, que agora son y por tiempo fueren…”A ellos, o a la mayor parte de ellos, reunidos capitularmente, corresponde elegir colegiales y capellanes, prefiriéndose siempre, en igualdad de condiciones, a lo de este obispado, sobre los de los demás, y evitando cualquier acepción de personas. Cada año los patronos nombraran dos visitadores para que velen por la administración del colegio y por el cumplimiento de las constituciones.

F). – En caso de negligencia. – “En el caso de que los dichos señores obispos, deán y cabildo sean negligentes, no proveyendo las dichas prebendas.., pido por merced al seños Don Fernando de Monroy, mi sobrino, señor de la villa de Monroy e a los sucesores en su casa e maiorazgo, que requieran a los dichos señores.. lo hagan como son obligados.

G). – El Colegio heredero universal. – “E para cumplir lo contenido en este testamento, dexo todos los bienes que parezcan ser míos, así muebles como raíces, e que en cualquier manera me pertenezcan, e por mis universales herederos a dicho Collegio e Capilla e a los Collegiales.” Finalmente nombra testamentarios a los señores, Fray Alonso Altamirano, de la orden de San Francisco de la observancia, a don García Casco, Tesorero de la Catedral y al canónigo Manuel Diaz de Gamarra.

 

OTROS DATOS Y RESUMEN DEL TESTAMENTO.

Este colegio fue fundado en el siglo XVI, por D. Fabián de Monroy y Carvajal, y VIII. señor de Valverde de la Vera, Canónigo-Arcediano de Plasencia y Bejar. El cual dejó en su testamento una casa con sus viñas y jardines para que se funde un colegio de niños pobres donde estudien las ciencias que se imparten en las Universidades, con la condición de que las dos terceras partes estudien jurisprudencia y la otra tercera parte teología. Todos los niños tenían que ser mayores de veinte años, pobres, y no tener ninguna sospecha de tener sangre judía o mora o haber sido castigados por el Santo Oficio de la Inquisición.


El tiempo de estancia sería de ocho años, y el número de acogidos dependería del patrimonio que hubiese. Su patrón sería San Fabián y San Sebastián. El distintivo de los alumnos de este colegio era la banda roja de San Cayetano. Al cerrarse el colegio heredaron este distintivo los seminaristas placentinos

El colegio tuvo una época próspera y de él salieron alumnos ilustres, entre ellos podríamos destacar a D. Juan Domingo Manzano, que fue obispo de Jaca; y a D. Diego de Arce y Reinoso, que lo fue de la diócesis de Plasencia.

La subida del coste de la vida hizo que en el año 1.771 solo tuvieran de renta 6.512 reales al año, cuando cada alumno costaba más de 3.000 reales.

En la invasión francesa fue ocupado por las tropas napoleónicas, las cuales causaron grandes destrozos en el edificio. En el año 1.822 fue despojado de sus bienes por la tristemente famosa Desamortización de Mendizábal. Los documentos de este colegio pasaron al Seminario.


Estaba enfrente del convento de San Francisco, al otro lado del río; se cuenta que existía un túnel o pasadizo que por debajo del río, unía estos dos conventos, hoy se pueden apreciar sus ruinas al lado de una chimenea de lo que fue posteriormente un lavadero de lanas. En Plasencia se le conoció por los nombres de “Colegio del Río”, “Colegio de San Fabián” y “Colegio de San Cayetano”.

                 José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado

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martes, 4 de febrero de 2025

ERMITA DE SAN ANTÓN.NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES Y FOTOGRAFICAS

 

ERMITA DE SAN ANTÓN.

        

         Esta pequeña ermita estaba situada delante de la puerta de salida de la fortaleza, en lo que hoy es el Paseo de San Antón. Se debió construir por el siglo XIV, regentada por orden hospitalaria de canónigos regulares agustinos de San Antonio Abad, llamados popularmente Antonianos, tiene su origen a finales del siglo XI en Francia, cuando el noble Gastón de Valloire decide fundar un hospital y confraternidad para la asistencia de peregrinos y enfermos. De este modo, y en consonancia con el auge hospitalario que en torno a los movimientos de peregrinación, comienza el camino de esta nueva orden. Desde entonces y hasta el siglo XVI, estos monjes lograrían una gran expansión con cerca de mil fundaciones y alrededor de cuatrocientos hospitales repartidos por toda Europa, la orden había sido introducida en los reinos peninsulares mediante la protección de Alfonso VIII en Castilla.



Tenemos documentación que puede acreditar la existencia de un Hospital, posiblemente junto a la ermita, procedente del Archivo General de Simancas, y seguimos interesados en averiguar más datos sobre el mismo. En la tesis doctoral, “Los Hospitales de Plasencia de José Luis Peña Rodríguez, no se menciona la existencia de este.

Allí se encontraba el sepulcro de D. Gonzalo Villalta, al que la gente llamaba “el alcalde de la Fortaleza”, terminó en una casa particular sirviendo de jardinera, y el laude con la inscripción estaba recogido por el año 1.987 en las Claras donde permanece.

         En la Guía de Plasencia de 1.906, editada por Joaquín Rosado, se dice que este don Gonzalo se apellidaba Ruiz de Villarta, y que su lápida estaba en el portal del ayuntamiento. Esta lápida la había encontrado el Chantre de la Catedral, don José Benavides Checa, en el suelo de una casa particular, la recogió, y la llevo al ayuntamiento, colocándola el en muro del portal, a la derecha del salón de sesiones, el día 30 de junio de 1.854. En la lápida se veía la figura yacente del alcaide. Según el señor Rosado, la inscripción de la lápida decía“aquí yace D. Gonzalo Ruiz de Villalba, orar, que Dios perdone, murió e finó a los XX días del mes de mayo, era de DCCC e XXXXXXXXII”. (1.344)

         El paraje donde estaba la ermita debía de ser muy bello, ya que así lo manifiestan todos los que lo conocieron. Barrio Rufo dice: “Luego que se sale de dicha puerta da principio una alameda, que continua hasta la mitad del ejido de San Antón: en medio de ella está la ermita del referido santo, con un portal bastante espacioso y con asientos a su rededor. En el espacio de la puerta y ermita está una plazuelita, o sea glorieta, también con asientos y en su centro una fuente gloriosa, que las vertientes de sus aguas hacen figura de una araña de cristal; fue construida en el año 1.841, y todo su circuito está poblado de árboles, de suerte, que es lo más encantador por el golpe de vista que presenta; y en el año 1.849 se construyó cerca de ella un gran pilar circular, de cinco varas y media de diámetro, para abrevadero de las caballerías; al mismo tiempo hace camino real a Castilla; y a una distancia de media legua, en la eminencia de la sierra, se presenta la suntuosa ermita de Nuestra Señora del Puerto, Patrona de la ciudad.

Descripción de la lápida.


Se sabe que cuando fue derribada se encontró un laude sepulcral (partida en dos pedazos) de grandes dimensiones, de fino granito, en la que de cuerpo entero y bajo relieve, estaba perfilada por una mano inteligente de aquella época, la figura de un caballero, vestido con traje militar; ceñía la espada, embrazaba el escudo, tenía los pies desnudos en la parte del talón, y calzaba grandes acicates. En el laude se leía bien claro, aunque con los extraños caracteres de aquel siglo, lo siguiente: AQUÍ YACE D. GONZALO…DE VILLALTA: ORAR: QUE DIOS PERDONE: MURIO E-FINO A LOS XX DIAS DEL MES DE MAYO ERA DE MCCC E XXXXXXXXII, año de 1382; prueba de que la ermita ya existía en este tiempo pues no es presumible que la lápida fuese traída de otra Iglesia. Este laude con figura bien dibujada para aquella época, como podéis apreciar en la fotografía, es para nosotros los documentalistas e historiadores, de un alto interés histórico, porque el Alcaide de la Fortaleza (y quizás lo fuese) como el pueblo lo denominaba, se representa yaciente, con una cabeza descubierta y reclinada en un almohadón, vestido con túnica larga, embrazando su escudo y empuñado el pomo de su espada de hoja ancha y derecha. Esta figura labrada, en modo fotográfico de la época, nos da conocer los trajes de guerra de este siglo, y posiblemente el reflejo o imagen de un placentino del siglo XV. Actualmente la lápida se encuentra en el antiguo Convento de las Claras. La ubicación de la ermita era en el parque de San Antón´.

Cristina García Muñoz, la transcribe así en su trabajo de Aproximación a  las inscripciones medievales y modernas de Plasencia”,

AQUI ASE GONSALO: R IS DE VILLA ORAR QE DIOS PERDONE AMEN Q FINO · A LOS [VEINTE] DIAS · DE MAIO ERA DE MIL E CCCC XXXXXXXX E DOS ANOS

Aquí yase Gonsalo Ruis de Villa, orar que Dios perdone, amen. Que finó a los veinte días de mayo, era de mil e cccxxxxxxxx e dos anos.

EL SEPULCRO.



Se encontraba en la ermita, después de largas investigaciones, dimos con él, en una casa particular, en su cara lateral presenta tres escudos con torres iguales a la de la lápida, pertenece a la corona de Castilla, pero estas, coronadas en su parte superior derecha e izquierda de una cruz que a mi parecer parece ser de la orden de Alcántara, por lo que pienso que el citado caballero podía pertenecer a esta orden.

              José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado

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