PUERTAS DE LA CIUDAD DE PLASENCIA
La ciudad de Plasencia poseía cinco puertas con categoría de tal y varios postigos o puertas pequeñas que servían para salidas urgentes o pasos escondidos. Su número divide a los cronistas de la ciudad.
Las hojas de las puertas eran de madera, dobles, de grandes dimensiones, forradas de chapas y con grandes clavos de hierro que las defendía de los ataques, del fuego y de la climatología. Solían tener unas angarillas por la parte de dentro que servían para realizar la misma función sin tener que mover continuamente las pesadas hojas principales.
PUERTA DEL SOL
Esta puerta de entrada a la ciudad está situada al mediodía, es decir, hacia el este, de hay su nombre. Es la más ornamental de las puertas de la ciudad que se conservan; el arco de la portada es de medio punto, y está presidido por una imagen de la Virgen con el
Niño en brazos, y rematado por una cruz. Esta imagen tiene la advocación de Nuestra Señora de la Paz. La imagen es de piedra berroqueña, y muy bien labrada.
La Puerta es de tradición romano-bizantina, estaba enmarcada por dos torres o cubos (visibles en el plano de Luis de Toro). En 1.877 se menciona que la torre de la derecha a la salida había sido derribada hace pocos años. En la actualidad no existe ninguno de dichos cubos. La simetría de la puerta está desplazada con el eje de la calle del mismo nombre.
Debajo de la imagen están el escudo de los Reyes Católicos y dos escudos de la ciudad, uno a cada lado. También se ve una leyenda o inscripción que debido a su deterioro no es posible leerla, pero que sería igual a la de la puerta de Trujillo.
En el lienzo de la muralla izquierda según se sale de esta puerta, encima del tejado de la primera casa se ve el escudo de los Paniaguas, los cuales fueron de los primeros en repoblar la ciudad, y seguramente uno de ellos fue el primer alcalde de la nueva población.
Junto a esta puerta estuvo una pequeña iglesia y un pequeño hospital dedicado a San Andrés, se edificaron en el siglo XIII, y fueron sus promotores el Arcediano Don Nicolás y el Chantre Don Domingo. Su misión era curar a los soldados que venían heridos de las luchas contra los moros. Como no se la dotó de rentas, al morir sus fundadores desaparecieron la iglesia y el hospital.
PUERTA DE TALAVERA
La Puerta de Talavera toma este nombre por estar en la dirección de la ciudad de Talavera de la Reina, con la que Plasencia estaba hermanada por la Carta de Hermandad del año 1.272, debiéndose mutuo apoyo defensivo y jurisdiccional.
Esta puerta viene perfectamente señalada en los planos de los siglos XVI y del XVIII. Fray Alonso comenta de ella: "Es llamada así porque mira hacia esa villa, cae entre oriente y mediodía; desde ella se sigue una alameda hasta la isla y se ven la ermita de San Miguel, (esta ermita estaba en lo que hoy es Avda. de la Vera nº 2), hospital de la Merced, que llaman de San Francisco, y el convento desde glorioso patriarca y la fertilísima sierra de Calzones."
Su disposición arquitectónica seguía la línea clásica de estar enmarcada por dos torreones y formar conjunto con la calle que va directa a la Plaza Mayor.
Con motivo de la llegada a Plasencia del rey Felipe V. el día 19 de marzo de 1.704, el Concejo decide derribar la puerta de Talavera y levantar en su lugar un arco de flores para recibir al monarca.
Sobre esta puerta estaba una lápida con una inscripción, al derribar la puerta se llevó la lápida al cercano Hospital de la Merced, donde estuvo olvidada hasta el año 1877, en que la restauró Juan González de la Fuente, el cual era vecino de la ciudad. Hoy se conserva en el zaguán del Ayuntamiento; Esta lápida de la conoce en Plasencia por el nombre de La Lápida o Piedra de la Libertad. Es una conmemoración de la toma de Granada.
LIBERTAS: URBIS: CELORVM: GLORIAM: PANDIT.//INFERNIS: MISEROS: CIVESQ: OBTRUDIT: INIQVOS.// LIBERTATEM: URBI: PACEMQ: IMPONERE: ET MORES //IUSTICIA: ALTISSIMI: DECREVERUNT: REGES: HISPANIE, // DIVUSQUE: FERNANDUS: DIVA: ELISABET: SANTA: CONIVNX // DUM REGNVM: ET URBIS: GRANATE:SVB. EGERINT. ARMIS// ISMAHELIS. TERROR-HERESVM.FORTISSIMI. VLTORES //QVOS PATER: OMNIPOTENS: FELICES.SEMPER.CONSERVET. //VICTORESQ.VALEANT. TOTVM. REGNARE: PER ORBEM
LAUDIBUS ANGELICIS CELESTIA REGNA SEQUANTVR.
La libertad de la ciudad amplió la gloria de los cielos. Envió a los infiernos a los ciudadanos míseros e inicuos. Sus altezas los reyes de España, el divino Fernando y la divina Isabel, su santa esposa, decidieron con justicia establecer la libertad, la paz y las normas a esta ciudad, cuando marchaban a someter con las armas al reino de la ciudad de Granada. Ellos son el terror de Ismael y los valientes azotes de los herejes. Que el padre omnipotente los conserve siempre felices, y que, vencedores, puedan reinar a lo largo de todo el orbe; que consigan los reinos del cielo en medio de cantos de ángeles.
En la lápida figuran además las armas de los Carvajales (familia que apoyó la rebelión de la ciudad contra el Conde de Plasencia), algunos motivos animales, vegetales y humanos relacionados con el estilo hispano-flamenco.
Esta puerta era una de las oficiales para la entrada del vino en la ciudad. Desde esta puerta hasta la de Trujillo se reunían los ganaderos con sus rebaños para celebrar los mercados de ganado. Por esta puerta se solía hacer las entradas oficiales de las autoridades que visitaban la ciudad. El obispo entraba por ella cuando venia a tomar posesión de la Diócesis Es por esto por lo que el Concejo siempre cuidó más el entorno de esta puerta que el de las otras. Desde esta puerta empezaba el Vía Crucis de la ciudad., el cual seguía por un paseo que terminaba en la isla pasando por el convento de San Francisco. A partir del siglo XIX se permitió adosar casas a la muralla y se perdió definitivamente esta puerta.
Frente a esta puerta está el barrio de San Juan, en el cual vivían artesanos dedicados a oficios relacionados con los animales de tiro, tales como albarderos, herreros, etc., pues las ferias de ganado se celebraban desde la puerta de Talavera a la puerta de Trujillo, también era este barrio el de la mancebía (prostitución), pues el fuero no permitía ejercerla dentro de las murallas. La calle que iba desde la Puerta de Talavera a la iglesia de San Juan se llamaba en el siglo XIV calle de los Albarderos.
En este barrio de San Juan estaban los hospitales de la Merced (luego cuartel de la Guardia Civil, comedor de pobres, escuelas nacionales y juzgados) y el de San Marcos o de los Pobres. El de la Merced se dedicaba a los crónicos y en particular a los afectados de “bubas" (enfermedades venéreas) por eso se le conocía como el " Hospital de las Llagas".
La iglesia de San Juan fue fundada después de la batalla de las Navas de Tolosa, a principios del 1200, esta iglesia fue la parroquia de Malpartida de Plasencia, que por esas fechas se consideraba un barrio de Plasencia. Dejó de serlo a mediados del siglo XVI que el obispo Vargas Carvajal edificó una iglesia en el pueblo.
PUERTA DE TRUJILLO.
Esta puerta se encuentra más al mediodía que la de Talavera, sus características arquitectónicas serian semejantes. Su nombre lo recibe porque por ella entraba el camino real de la ciudad de Trujillo. Sobre la puerta se encuentra edificada la ermita de la Virgen de la Salud (antes llamada del Rosario). Esta ermita se modificó en el año 1721 en que aprovechando los dos cubos o torreones que la flanqueaban se ensancha la ermita y se le da la forma que tiene hoy.
Frente a puerta está el puente del mismo nombre. En esta zona del rió estaba el molino de Tajabor del cual se habla en el fuero de la ciudad. Desde la puerta se podían ver la ermita de Santo Tomas Apóstol, (la cual fue mezquita árabe antes de ser iglesia); los tintes, y en el cerro de enfrente (hoy San Miguel), estaban las ermitas de San Miguel y de San Cristóbal.
En el espacio que hay entre la puerta y el puente estaba el Rollo de la Justicia, y en este mismo sitio se celebraban corridas de toros. Los canónigos y capellanes de la Catedral tenían derecho de vistas desde la muralla.
Saliendo a la derecha empezaba el barrio morisco del Toledillo, donde existía una pequeña mezquita, la cual a finales del siglo XVI fue convertida en la ermita de Santo Tomás Apóstol, y que en el siglo XIX era un mesón. Más adelante estaba el barrio de las Tenerías, lo que más adelante se llamó El Barrio Nuevo, en el cual se asentaron las barrerías y ollería de la ciudad, las cuales estaban en San Juan, pero los obligaron a trasladarse porque el humo que producían estropeaba los órganos y el retablo de la Catedral.
Los muros de sus cercanías se repararon en múltiples ocasiones a lo largo de los siglos XV y XVI. Sin embargo, en la parte exterior de la puerta se mantuvieron los escudos de los Reyes Católicos y una inscripción semejante a las de las puertas e Berrozanas y del Sol. La lapida dice lo siguiente:
LIBERTAS VITE, GEMMIS, AUROQUE PREFERTUR,//LIBERTAS NOBILEM REDDIT PLACENCIAE URBEM.//QUAM FORTUNA SPREVIT, REGIAMQUE IN LUCEM REDEMIT. //NOBILES PROPTEREA PLACENCIAE URBISQUE ET HEROES//DEVICERUNT HOSTES, SUB REGIO MARTE, FEROCES. //REGIBUS QUIPPE DECET HOMINESQUE SUBDITOS FORE. //I K MENS[IS] OCTOBRIS ANNO MIIII.LXXXVIII
(Hemos corregido en varios casos la lectura y la puntuación. Ha sido muy mal leída esta inscripción)
La libertad está por encima de la vida, de las joyas y del oro; la libertad hizo noble a la ciudad de Plasencia. A esta ciudad la fortuna despreció y luego a la luz regia devolvió. Y es que los nobles de Plasencia y héroes también de la ciudad vencieron, bajo la bandera real, a sus enemigos feroces. Y ciertamente es justo que los hombres se sometan a los reyes. Uno[1] de Octubre del año 1488.
Saliendo de esta puerta, a mano izquierda se ve un monumento adosado a la pared el cual esta dedicado al obispo Laso, el cual se le consideró en Plasencia como el Carlos III local. Dicho monumento tiene una lápida en la cual hay una inscripción que traducida dice así:
“AL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON JOSE GONZÁLEZ LASO DE SAN PEDRO, DIGNÍSIMO OBISPO DE PLASENCIA, VERDADERO PADRE DE LOS POBRES. ENTRE OTRAS GRANDES OBRAS DE PUENTES Y CAMINOS, HIZO CONSTRUIR A SUS EXPENSAS ESTE PASEO. Y EL MUY NOBLE Y MUY LEAL AYUNTAMIENTO, EN TESTIMONIO DE SU GRATITUD, LE CONSAGRÓ ESTA MEMORIA. AÑO DE 1.799”.
PUERTA DE CORIA
La puerta de Coria era la entrada natural de los que venían de esa ciudad a Plasencia, por eso su denominación.
Se abre esta puerta en la depresión natural formada por el promontorio de la Mota y la iglesia de la Magdalena, al ser tan accidentada su entrada se la llegó a denominar en ocasiones como "el hondo de la quebrada." Por su puerta se accedía a la Sinagoga y cementerio (antiguo) judío los cuales estaban en el sitio que después ocupó San Vicente, y a través de la calle Zapatería, a la Plaza.
Desde su portada se divisaban las Tenerías, el río, el puente y ermita de San Lázaro.
Enfrente de esta puerta estaban los corrales donde se trataba el cuero, pues las ordenanzas municipales no permitían esta actividad " hasta pasada el puente de San Lázaro. También estaban los tintoreros y carpinteros en este lugar.
En los planos del siglo XVIII solo se ve una torre de defensa de esta puerta, la del lado derecho según se entra. Se han perdido los escudos e inscripciones que pudiera tener. El arco de medio punto es mayor de lo que debió ser en sus principios
En la clave del arco, por la parte de fuera se encuentra una hornacina donde se ve una figura humana con una balanza en la mano. Se podría tratar de un ángel representando a la Justicia. La puerta se cerraba con dos hojas de madera y carecía de rejas de refuerzo.
Con motivo de las Guerras Carlistas fue tapiada, al igual que otras puertas de la ciudad, y se volvió a abrir el año 1.848
PUERTA DE BERROZANA
La puerta de Berrozana tiene las características de la puerta de Coria: tiene una sola torre de defensa y el flanco desguarnecido es defendido por la disposición en ángulo de la muralla próxima a la puerta. En la clave del arco de la puerta está esculpida una imagen del Arcángel San Miguel con su espada y su cruz. Encima esculpido en dos losetas y dentro de un recuadro aparecen los escudos de los Reyes Católicos sustentados por el águila de San Juan y con el yugo y las flechas a los lados.
Debajo a los lados del Arcángel hay dos lápidas con una inscripción en caracteres góticos que dice así:
AÑO DE 1571. SIEN / DO CORREGIDOR / EL DOCTOR ZARATE / SE REEDIFICO ESTA / PUERTA DE LOS PRO / PIOS DE LA CIUDAD.
En el siglo XVI sufrió una reforma esta puerta, y en el año 1.840 se mandó ensanchar la entrada por haber sido reducida durante las Guerras Carlistas
La denominación de Berrozana le viene de que por ella se sale al berrocal, que son unos cerros llenos de peñas, así como por estar en dirección de la finca llamada " Las Berrozanas".
En las afueras de esta puerta estaba la iglesia de San Julián la cual fue quemada por los franceses en el año 1.810. La Casa de D. Diego de Carvajal, la cual fue destruida por orden real porque en ella se reunieron los partidarios de los comuneros.
Junto a la puerta estaban las alhóndigas y graneros de la ciudad, lo que después seria la Alhóndiga del Abad de Husillo o Alhóndiga Nueva, que es la que conocemos hoy. Esta alhóndiga se hizo aprovechando el cubo de la muralla que defendía la Puerta Berrozana. Sobre su dintel se gravó el siguiente epitafio: “Reinando nuestro Católico Monarca el Sr. D. Carlos III y siendo el Ilmo. Sr. Marqués del Campo Villar, secretario del Despacho Universal de Gracia y Justicia y Superintendente General de los Pósitos del Reino, se reedificó esta alhóndiga siendo corregidor D. José Delgado Frías Funes y Carvajal, Diputado Felipe Jiménez, mayordomo Francisco González, Procurador Síndico José Garrido, año de 1761”.
Delante de la alhóndiga había una cruz en cuya base se podía leer lo siguiente: “Este sitio se allanó y limpió y puso esta cruz siendo corregidor de esta Ciudad de Plasencia el Sr. D. Rodrigo de Flores y Córdoba, Cavallero de la Orden de Alcántara y veinte y cuatro de Córdoba”.
POSTIGOS DE LA CIUDAD.
POSTIGO DE SANTA MARÍA
El postigo de Santa María está entre un cubo de la muralla y la torre-campanario de la Catedral, también conocida como "torre vieja " por ser respetada en la construcción de la Catedral Nueva. En la construcción de las murallas no se contempla este postigo, pero en el siglo XV ya se habla de una pequeña puerta en la muralla que con una escalera salvaba el desnivel natural de la muralla a la Corredera. En el plano de Luis de Toro, dibujado en el siglo XVI, se ve perfectamente este postigo, aunque sin escalera.
Fray Alonso eleva este postigo a la categoría de " Puerta Nueva", a raíz de la remodelación que se hizo "para que tuviesen la suficiente altura que pudiese entrar y salir la procesión del Santísimo de la Catedral a la Corredera”.
Desde el postigo se veía el arrabal de San Juan, la iglesia de San Marcos, la cual había sido anteriormente convento de San Bernardo, el hospital de San Marcos, el cual también se le conocía como "Hospital de los Pobres", la iglesia parroquia de San Juan Bautista, y a la otra parte del río el colegio de San Fabián, o Colegio del Río.
POSTIGO DE SAN ANTON
El postigo de San Antón es también conocido con la denominación: del Postigo, o Puerta de la Fortaleza. Estaba situado entre la fortaleza y la torre Lucia.
El motivo de abrir aquí un postigo y no una puerta quizás se motivara a que esta es la zona de murallas más llana y menos protegida por el río y los desniveles del terreno, y por lo tanto sería la parte más fácil de atacar.
En el año 1.789, el postigo de San Antón fue destruido junto con parte de la muralla con el fin de darle mayor amplitud. En el año 1845 se reutilizó el arco de la puerta principal de la iglesia-convento de los Padres Franciscanos Descalzos (Puerta del Sol) como portada del postigo. A comienzos del siglo XX no quedaban restos del postigo.
En frente del postigo estaba la ermita de San Antón y el Acueducto, y en el interior estaba la plaza de los Llanos, al lado de la fortaleza.
POSTIGO DEL SALVADOR
El postigo del Salvador sigue la línea de los de Santa María y San Antón, está flanqueado por una torre que se encarga de su defensa.
Este postigo es silenciado por los historiadores placentinos y solo se sabe de el por los Libros de Cuentas de Propios de la ciudad, los cuales dan noticias de sus cuidados; en 1.507 se mandaba " adobar la entrada del postigo Del Señor Sant Salvador”.
Este postigo fue restaurado en las últimas décadas del siglo XX sin atenerse a ningún criterio ni respeto a las leyes de protección de las murallas. La persona responsable hizo una reconstrucción personalista de lo que fue el antiguo postigo. Aunque todas las puertas de la muralla son de granito y de medio punto, este postigo se hizo de ladrillo, de medio punto rebajado y colocando una especie de vigueta uniendo los lados del arco, cosa totalmente inusual, y fuera de lógica. Así mismo le colocó escudos nobiliarios extraídos de otros lugares y que nada tienen que ver con este postigo.
POSTIGO DE SANTIAGO
El postigo de Santiago se encontraba en las proximidades de la iglesia del mismo nombre (hoy Cristo de las Batallas). También este postigo ha sido olvidado por los cronistas de la ciudad, se sabe de el por las Ordenanzas de Plasencia en el siglo XVII en las cuales se obliga a tirar los desperdicios de las carnicerías " que lo echen aliende el Postigo de Santiago. La función del postigo quedó anulada al construir los Jesuitas su convento en esta zona, pues cortaron la calle de Cartas, que era la que terminaba en el postigo, y se lo anexionaron como puerta de uso privado del convento.
POSTIGO O PUERTA DEL CLAVERO.
Esta puerta del Clavero es de construcción moderna, pues no existía en la muralla dicha entrada. Parece ser que se hizo para servicio de los ciudadanos evitando dar un rodeo para llegar a la Corredera o desde esta a la calle del Sol.
PUERTA DE LOS CARROS
Esta puerta de los Carros nunca perteneció a las murallas de la ciudad, pues es la puerta de servicio que tenía el convento de los Jesuitas para salir desde su huerta con el ganado hacia las afueras de la ciudad.
En las tradiciones placentinas se la llamó “la Puerta de la Afrenta” pues por ella salieron los jesuitas al ser expulsados de España en el año 1767.
No hubo tal afrenta, pues era el sitio natural para que salieran los carros con sus pertenencias, y el trayecto más corto para llegar a la puerta del Sol.
La bajada de escaleras que existe desde la calle de las Cruces hasta la Plaza de san Pedro de Alcántara, nunca fue ninguna puerta de la ciudad. Esta perforación de la muralla la realizó el arquitecto municipal don Vicente Paredes, siguiendo un plan higienista, para que se establecieran corrientes de aire que llegasen hasta las calles de las Rosas y la Plazuela de Carreteros y así sanearlas de las miasmas que en ellas se encontraban y que eran un foco de infección.
José Antonio Pajuelo Jiménez – Pedro Luna Reina-José Gutiérrez Delgado